2. CÓMO VER LA NORMA

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INTRODUCCIÓN
1. EFICACIA Y CALIDAD
2. CÓMO VER LA NORMA
3. NORMAS GENERALES 
4. LA DESCRIPCIÓN
5. LA ORACIÓN
6. ACENTO ORTOGRÁFICO
7. CÓMO ILUSTRAR
8. EJEMPLOS
ADVERTENCIAS





CÓMO VER LA NORMA

¿Quién no quisiera tener un bonito automóvil? Lamentablemente, muchos necesitan sufrir un accidente para tomar conciencia de la responsabilidad que implica respetar las reglas de tránsito.

Algo similar ocurre con un discurso o un artículo publicado en un medio de comunicación. ¿Cómo minimizar un accidente intelectual o emocional? ¿Cómo evitar estrellarnos con nuestros oyentes o lectores por decir algo que no se entendió correctamente?

Por lo general, se entiende que una norma es una “regla que debe obedecerse o a la que deben ajustarse ciertos requisitos, conductas, tareas o actividades”. También puede referirse al “conjunto de criterios que regulan lo que se considera correcto al hablar un idioma”.

Otra forma de explicarlo es: "Concepto que indica las diferencias de escritura y habla entre personas educadas y vulgares".

Solo por ilustrarlo, es parecido al concepto de la denominada etiqueta de que se valen la mayoría de personas en un círculo social para discriminar entre aquellos a quienes aceptan y rechazan. Si uno viste mal, no pertenece al grupo. Tampoco lo considerarán culto ni educado aunque vista como un rey si habla mal.

Por ejemplo, cierta regla de etiqueta social indica que uno no debe estrechar las manos de quienes están tomando sus alimentos, porque se da por sentado que la persona que está a la mesa se ha lavado las manos, mientras que la que acaba de llegar no. 

En ese caso, si uno estrecha las manos, no estaría mostrando buena educación porque todos en dicho círculo lo consideran una falta de respeto, educación, higiene y cultura. Al otro lado del mundo quizás la norma sea diferente o al revés.

Pero ¿por qué las personas suelen interesarse más o menos en las reglas y normas de conducta? Simplemente porque desean superarse, ser aprobadas por los demás o mejorar su desempeño en algún campo, o quizás para no hacer el ridículo. 

Lo que se pone de moda nace de la observación y explotación de las inclinaciones humanas. Se crean los nuevos diseños y se marca una nueva tendencia que luego acaba imponiéndose, como ocurre en ciertos círculos sociales.

Por ejemplo, si un forastero quiere ser aceptado en cierta comunidad, vecindario, grupo o secta, tal vez comience a imitar la manera de hablar y comportarse en dicha comunidad a fin de armonizar con todos y recibir su aprobación. De otro modo, lo segregarían. Si nadie usa barba, no usará barba, y si nadie usa falda corta, no usará una falda corta. ¡Porque quiere que se le identifique como parte de dicha comunidad! Si no se aviene con gusto, tampoco lo acogerán con gusto. Así de simple.

De hecho, si uno quiere convertirse en ciudadano de otra nación, esta le exigirá por ley ciertos requisitos estrictos. Si no los cumple, tampoco será considerado como tal.

Siguiendo la misma lógica, hasta en los clubes, sociedades secretas y otras instituciones se diseñan códigos estrictos y sofisticados de comunicación. Incluso en las prisiones hay normas, no solo relacionadas con la obediencia a las autoridades penitenciarias, sino con las pandillas que dominan en su interior. 

¿Qué demuestra eso? Que hasta la gente más rebelde, los que  que no soportaban que se les impusieran reglas de conducta, terminaron imponiéndoselas a otros, ¡muchas reglas sobre su manera de hablar, el uso de tatuajes y ciertos gestos, ademanes y posturas de respeto. En una prisión, violarlas podría costar una paliza de parte de otros reclusos, por decir lo menos.

Con un idioma no ocurre como con los giros volátiles de la moda o la etiqueta social. Tiene que ver con algo mucho más profundo y delicado. Se trata de los códigos que usamos para entendernos unos con otros y compartir y transmitir los conocimientos y la cultura entre hablantes de un mismo idioma.

Si alguien escribe un artículo periodístico o libro pero sus conocimientos del idioma son escasos, de modo que pasa por alto lo que sus lectores considerarían correcto, tal vez despierte rechazo. Quizás digan: “¡Qué mal escribe!”, o simplemente se pregunten: "¿No le convendría estudiar la norma? Pero, en realidad, ¿lo dijo bien o mal?". ¿Qué entendemos por 'hablar bien' o 'escribir bien'? ¿Hasta qué punto podemos tomarnos la libertad de torcer las normas? ¿Hay alguien que pueda abrogarse el derecho de reglamentar la manera de hablar de unos y otros?

¿Hasta qué punto se puede torcer una rama, un tronco, un hueso, un edificio, las alas de un avión o la quilla de un barco? ¡Hasta el punto de quiebre! Después de eso no hay vuelta atrás. Se sufre una gran pérdida. Algo parecido sucede con las normas.

Siempre conviene preguntarnos: "¿No será que estamos siendo excesivamente críticos?". Los redactores de periódicos sensacionalistas y guionistas de programas de televisión dirigidos al vulgo prefieren usar jerga y modismos que logren la aceptación de cierto mercado. No les importa ni preocupa un horror ortográfico o gramatical. Otros escriben con corrección para llegar a un mercado diferente.

¿Usas los diccionarios para mejorar tu habla y escritura?

Con el fin de que no se lleven los idiomas y la cultura a puntos de quiebre o de no retorno respecto al idioma y dejar de comunicarse, los pueblos protegen sus idiomas mediante la creación de diccionarios, enciclopedias y otros recursos apropiados.

A mediados de los 60, expertos concordaban en que el lenguaje humano y su sistema lingüístico resultaba tan complejo que aprender un nuevo idioma solo se podía lograr parcialmente, ya que los idiomas se adquieren como lengua materna.

Como sea, es buena costumbre usar un diccionario (académico, enciclopédico o etimológico) para mejorar nuestra habla y escritura. No lo haremos por querer parecer perfectos, pretender dominar el idioma, sobresalir o condenar a otros, sino para entendernos mejor y elevar nuestra eficiencia en aquello a lo cual nos dedicamos.

Conocer mejor las palabras nos pone en vías de superación. Por eso, para quienes quieren sumergirse y familiarizarse mejor con la complicada, extensiva y asombrosa terminología gramatical del idioma español, tienen a su disposición el extraordinario y encomiable Glosario de Términos Gramaticales de la Real Academia Española.

Pero nunca olvidemos que si vamos más allá del entusiasmo, el fanatismo toma el control. Vicente Vega citó este dicho antiguo en su obra de Frases Célebres: "Gramático puro, asno puro", que se refería sarcásticamente al hecho de que nadie tenía derecho de erigirse en juez de un idioma o lenguaje. 

Es parte de la realidad que el habla de los pueblos sea modificada con el tiempo (tiempo que con Internet se redujo drásticamente) y el surgimiento y desarrollo de nuevas generaciones. No se la puede encasillar ni perennizar en un bloque de concreto. Ni siquiera la Real Academia Española lo hace (y lo reconoce con hidalguía). Que sepamos, el habla humana no reconoce límites en el habla ni en la escritura.

Por ejemplo, cierto supuesto experto lingüista escribió lo siguiente en un blog: "[Es un error] añadir s en la segunda persona del preterito imperfecto del singular (tu comistes, tu pensastes, tu vinistes...)". Y un lector le respondió: "Se equivoca el autor ya que dichos ejemplos no están en 'preterito imperfecto' sino en 'preterito perfecto' o como se decia en mi epoca de estudiante: 'Preterito indefinido del modo indicativo. Otros se referian a ello como preterito simple'". 

Y aquí podríamos corregir a dicho crítico diciendo que, aunque la observación es excelente, debió escribir tú , no tupretérito, no preteritodecía, no deciaépoca, no epoca, referían, no referian. Además, le faltaron algunas comas. ¡Es normal! Quizá su máquina de escribir o computador no tenía acento. Debemos ser tolerantes.

A eso se refería Vega por "gramático puro". Todos tropezamos al hablar y escribir, y nos conviene adaptarnos a esa realidad a fin de no implosionar.

Lo que quiero decir es que,  tarde o temprano, hasta el crítico más perfeccionista terminará patinando. Eso de que "todos deberíamos dominar el castellano a la perfección" lo considero nada más que un simple exabrupto, una ilusión óptica, una obsesión estéril, un ideal inalcanzable, ¡una utopía!

Solo es posible hacer pequeños esfuerzos aquí y allá por hablar y escribir de modo que logremos el objetivo de la comunicación eficaz o de la siempre evasiva perfección. Por supuesto, nunca dejemos de felicitar el mérito que tienen los que a veces logran hacerlo correctamente, es decir, conforme a las siempre adaptables sugerencias de la respetada, esforzada y benemérita Academia.

Anatolle France decía: "Cuando se reflexiona, resulta monstruoso enseñar a las criaturas su lengua materna en un libro". 

¿Se debe escribir de más o demás?¿idiosincrasia o idiosincracia? ¿período o periodo? ¡Tiempo de consultar! 

No dejaré de reconocer que es un ideal noble anhelar la perfección, porque nos mantiene alerta y ocupados. Pero no pasemos por alto el hecho de que, entre otras grandes cualidades humanas, la perfección implica ser tolerantes, flexibles, pacientes, comprensivos y magnánimos.

¡Votemos por la paz, no por la eficiencia perfecta! La eficiencia puede esperar. Tiene que alcanzarse tarde o temprano. Pero la paz tiene carácter de urgencia y prioridad en el mundo. La gente está alcanzando picos sin presedentes de odio. Sin paz jamás se alcanzará la eficiencia, porque en todo se trata de trabajar en equipo.

Esforcémonos por hablar y escribir lo mejor que sepamos, pero no nos desesperemos si otros no alcanzan el nivel que nos trazamos para nosotros mismos. 

Es mejor aceptar que siempre se cruzará en nuestro camino alguien que sabe más que nosotros y que está capacidado para señalar nuestros errores, alguien que en algún momento también cometerá un descuido y seguramente recibirá una crítica de otro que sabe más.

Cierto día, un niño de tan solo 9 años de edad me dejó pasmado cuando oyó a alguien decir una palabra rebuscada. Exclamó: "¡Qué interesante palabra! Cuando llegue a mi casa la consultaré en el diccionario". Noble gesto. Estaba en camino de hablar y pensar mejor. Hace unos años no hubieras encontrado "implementar" en el Diccionario de la Academia. Hoy aparece allí.

Pero también se debe aprender a procurar una postura equilibrada respecto a la comunicación eficaz. No es que el Diccionario contenga normas tan estrictas e inflexibles que todos deban escribir o decir las palabras de única manera.

En realidad, el Diccionario nos muestra una lista de las palabras preferidas, tanto por los que se esmeran por hablar correctamente como los que no, indicando con letra negrita las que considera que son más usadas por quienes se esmeran. 

Pero corresponde al hablante seleccionar las expresiones que más convengan a su propósito de comunicar eficazmente su mensaje, para lo cual también le resultará conveniente investigar.

Cada vez que buscamos cierta palabra en un diccionario o enciclopedia, nuestra motivación debe ser aprender y mejorar, no criticar a otros. Debemos ver los diccionarios como consejeros expertos y eficaces cuyas sugerencias hacemos bien en acoger con respeto y admiración.

Pero ¿quién determina lo que resultaría más eficaz? ¿Y quién determina cómo se debería escribir? Si escribo "1000 flores en el alma" en vez de "Mil flores en el alma?", o si quiero inscribir a mi hijo como "Jhon" en vez de John", ¿puede alguien exigirme que lo cambie o que, por lo menos, lo piense dos veces? Si mi esposa y yo queremos inscribir con el nombre Skylab a nuestro primer hijo, ¿tiene alguien el derecho de enjuiciarnos?

Un autor quizás sepa lo que recomienda la Academia, pero también lo que significa la libertad de expresión. ¿Y a quién le hará caso para realizar su deseo de redactar un texto? ¿A su conciencia? ¿A la Academia? ¿Me ordenará u obligará (o sea, prescribirá) la Academia que detenga la publicación del texto hasta que pregunte a un experto si se me permite escribir "1000 flores en el alma"? ¿Me forzará mi conciencia, la sociedad o la Real Academia con una norma que me exija escribir "Mil flores en el alma"?

Es cierto que se sugiere escribir mil, no 1000, porque, según la Academia, se deben escribir con letras las cifras que se puedan pronunciar con una sola palabra. Por ejemplo, ¿se debería escribir 38 en vez de treinta y ocho, pero no 28 en vez de veintiocho? Los publicistas se ríen de esa clase de normas porque prefieren el habla eficaz a fin de impactar mejor y vender sus productos y servicios. 

Quizás un publicista diga que un libro vendería más si el título dice "1000 Flores en el Alma", no "Mil flores en el alma", o viceversa. A muchos siempre les sonó bien "Las mil y una noches", cuando lo correcto sería "Las mil noches y una noche". ¿Vamos a hacer una cuestión de Estado por un detalle que al autor le significó vender millones de libros a lo largo de los años? ¡Qué le importará tal desacuerdo!

No obstante lo dicho, ten esto presente: Siempre es mejor escribir con la mayor corrección posible. La Academia te ayuda a mejorar en este sentido. Pero nadie tiene derecho de restringir, criticar, normar, prescribir ni mucho menos proscribir la libre expresión, por muy bien o mal que escribas un comentario

Recuerda: Tu palabra es tuya con todos sus errores y defectos, del mismo modo como usufructúas tu mente, tu rostro, tu corazón, tu hígado, tus manos y el resto de tu cuerpo. Gozas de libertad psicológica y de expresión para escribir y hablar equivocándote, experimentando y creando redacciones que broten del fondo de tu alma. Y puedes corregirlas o no antes de decirlas o publicarlas. Tus riñones son tuyos, les guste o no a los demás.

Lógicamente, cuanto menos conozcas y estudies un idioma, más errores y horrores cometerás. Pero nunca cultives en tu corazón el temor de expresar tus ideas solo porque uno o más críticos se sientan con derecho a traer a colación en público tu ignorancia, tu acento regional o tus ideas. Eso sí sería reprensible. 

Algunos han dicho que el idioma castellano es uno de los más difíciles de dominar. ¿Pero por qué? ¿No será por la abundancia de reglas y normas que se han entretejido a través de los tiempos, o por la abundancia de críticos que se jalan los pelos cuando perciben, leen u oyen un lapsus cálami, linguae o mentis?

Por ejemplo, unos párrafos atrás escribí "usufructúas tu mente". Pero, ¿sabías a qué  me refería? ¿Lo escribí correctamente? ¿Lo mencioné de manera literal o figurada? ¿Podrías decir en qué modo y tiempo verbal está? Para entendernos tendríamos que usar los mismos códigos, y tal vez no conozcamos absolutamente todos los códigos o no sepamos todas las combinaciones correctas.

Dos personas de una misma región conversarán de manera que se entiendan más o menos bien. Será suficiente. Pero tres ingenieros de la NASA que trabajan en equipo para lanzar una nave al espacio no pueden darse el lujo de entenderse "más o menos bien". ¡Tienen que entenderse perfectamente bien! Y si uno es chino, otro ruso y otro holandés, seguramente usarán un idioma internacional. 

Pero hay otra razón por la que muchos se esmeran por entenderse bien: Compostura social. Algunas personas andan pendientes de los errores que comúnmente otros cometen al hablar y escribir, no por el deseo de entender lo que quieren decir, sino por etiqueta social. 

Unos lo hacen por defender un habla que se pueda entender, para evitar malentendidos, otros, por discriminar entre cultos y vulgares y defender normas estrictas que separen a unos de otros. 

Es encomiable hablar y escribir con corrección teniendo en mira la custodia de los códigos que nos permitirán una comunicación entendible. Pero ¿sería una exageración separar a unos de otros solo porque no estuvieron al tanto de ciertas diferencias? ¿Buscaremos culpables porque alguien no aprendió a leer, escribir, sumar o comportarse en la mesa? ¿O por no conocer la sutil diferencia entre "si", "sí", "así", "se", "sé" y "sed"?

Por eso, este manual te sugiere mejorar un poco cada día tu manera de escribir, según tus posibilidades. Pero también te advierte que perderías el equilibrio si comenzaras a ridiculizar a otros con base en tus limitados conocimientos. No soy perfecto ni pretendo serlo. Nunca estudié redacción en una escuela, pero tampoco me retraje de decir algo porque no supiera escribir a la perfección.

Los casos de incorrección que contiene esta guía deben tomarse como puntos de referencia para no cometer el mismo error, no para mofa de quienes están en proceso de percatarse de sus descuidos al hablar o escribir. ¡Al contrario! Te animo a sentirte libre de escribir y redactar, aun con tus limitaciones y sus consecuencias, a la vez que te exhorto a seguir estudiando el idioma y ahondar en la medida de tus posibilidades.

Por tanto, considero que la verdadera norma sería en realidad que ningún ser humano puede gobernar la lengua ni someterla a un código estricto, ni siquiera lo hace la Real Academia ni ningún gramático, por entusiasta que sea. 

Además (y esto es lo más interesante de este asunto), hay tal cantidad de detalles explicados, una infinidad de ellos, que muy pocas personas se animan a estudiarlos todos. De modo que esperar corrección ortográfica y gramatical absoluta de parte de todos no pasa de ser una utopía o sueño para los que hablan y escriben con total corrección, es decir, para quienes tuvieron la paciencia, el tiempo y privilegio de estudiar dichos detalles.

Basta con meter el dedo gordo del pie en una piscina para saber si el agua está muy fría. Igualmente, cualquiera podría  desalentarse con solo intentar estudiar, por ejemplo, algo tan aparentemente simple como las muchas aplicaciones para el "punto ortográfico" o las "comillas".

Por eso, si estudias el idioma, te felicito efusivamente. Tu comunicación será eficaz. Pero si esperas de los demás una corrección perfecta, te auguro un rotundo fracaso. Te sugiero que mejor comprendas con tolerancia y paciencia las limitaciones que les impone el aburrimiento y te adaptes a la realidad: No todos se tomarán la molestia ni el tiempo que tú podrías invertir en lograr una perfecta corrección gramatical y ortográfica del idioma español, tan rico en detalles.

La diversidad del habla y la escritura está gobernada por el instinto y el impulso de los que la hablan en una comunidad en particular, porque la lengua es un bien en desarrollo constante. No se la puede atar con grilletes ni jalar de la nariz con un garfio.

Si cada idioma creara una Academia que multiplicara sus gramáticos hasta el punto de poner pies de plomo a la manera como las personas se expresan, nunca se podrían terminar de traducir los miles de textos que existen, ni mucho menos capacitar a sus hablantes en la gran cantidad de normas que resultarían. ¡Sería una locura para los cuerdos y una cordura para los locos! Tardarían siglos para insertarse en todas las redes de comunicación necesarias para un mundo moderno. 

Algún día futuro se comentará como la AI casi se vuelve loca incorporando a sus algoritmos todas las normas de la gran diversidad de idiomas y lenguajes del mundo.

La finalidad de procurar un orden gramatical es aclarar el entendimiento de las cosas por el bien común. Pero no todos harán el esfuerzo. ¡Felicitemos a quienes disfrutan investigando y cooperando en la traducción e interpretación de los contenidos! Pero que prime la cordura, la prudencia, el equilibrio y la comprensión mutua. Solo así se podrá lograr una adaptación que conduzca a una realidad cada vez más objetiva y consecuente de la verdadera naturaleza del estado de derecho.

Si violamos principios o leyes físicas, químicas, fisiológicas, cuánticas, morales, de tránsito o como se llamen, sólo tenemos que sentarnos para ver el final, que por lo común resulta en un desastre. 

Pasar por alto las normas y decretos también puede resultar en accidentes, dependiendo de la gravedad de las posibles consecuencias, ya se trate de reglas de bioseguridad para contener el COVID-19 o de paracaidismo, montañismo o supervivencia.

Debe respetarse el idioma y los principios de comunicación eficaz si queremos entendernos bien, trabajar en equipo y producir resultados óptimos. Pero principalmente debemos respetar la dignidad humana y el derecho a la libertad de expresión. El intolerante también debería ser tolerante con aquel a quien juzga de intolerante.

No se debe usar el idioma para discriminar a nadie. Además, dicho sencillamente, la discriminación es parte de nuestra naturaleza. Discriminamos cada vez que tenemos que decidir entre dos o más opciones. No podemos evadirlo. Pero ¿quién o qué fija los límites? ¿Siempre depende de cada uno? ¿Puedo establecer mis propias reglas de tránsito, o mis propias normas para el buen funcionamiento de mi páncreas?

Si digo perro y perra, gato y gata, mono y mona, ¿por qué tengo que decir lagarto hembra si puedo decir lagarta? ¿No sería más fácil? ¿O por qué decir lagarto si puedo decir lagarta macho? ¿Por qué decir yegua si prefiero decir caballa? ¿O por qué decir caballo si quiero decir yeguo? ¡Ah, misterios del lenguaje! ¡Quién puede ponerle bridas y someterlo con las normas!

Vale aclarar que, al momento de escribir esto, los diccionarios no solo siguen incrementando la cantidad de palabras, sino actualizando las formas y puliendo los enfoques de sus normas, definiciones y uso recomendado. 

Por ejemplo, tal vez no encuentres en el Diccionario de la Academia la definición de "recontrafeo", pero no significa que su definición no exista en algún lugar o en la mente de algún hispanohablante. 

Palabras o frases que antes no se aceptaban, con el tiempo se incluyen en nuevas versiones del Diccionario. Por ejemplo, "recién" solo se recomendaba en compañía de "nacido", llegado", "nombrado", "descubierto", o junto con "mente" (como en "recientemente"). Pero ahora la nueva gramática lo acepta en construcciones como "recién nació", "recién llegó", "recién lo nombraron", incluso "lo descubrieron recién" (¿"incluso" o "inclusive"?). 

Antes se recomendaba que "sólo" [de solamente, exclusivamente] se acentuara para diferenciarlo de "soledad". Pero posteriormente se indicó que se dejara de acentuar. O sea, nadie puede decir que una forma es incorrecta, o no se pueda usar, como si tratara de controlar o legislar el idioma. De hecho, dichos cambios han sacudido a los gramáticos rebeldes que solo reconocen las normas a las que estuvieron acostumbrados. No aceptan los cambios que no les agradan. ¿Pero quién obedece a quién? ¿Realmente hay "líderes de opinión [de pensamiento o de la moda]"?

Para entender por qué a veces se generan discusiones sobre lo que es "correcto" o "incorrecto" al hablar o escribir, puedes buscar en Internet las variadas formas de explicar el concepto de sincronía y diacronía en lingüística.

(Si quieres más información, puedes buscar las "Novedades" que publica la Real Academia y hallarás expresiones que quizas todavía no aparecen en el Diccionario pero con el tiempo son añadidas.)

Entonces, ¿para qué esforzarnos por hablar y escribir correctamente?

¿Sería conveniente o habría ventaja en pasar por alto la corrección amparándonos en el hecho de que el idioma evoluciona con el tiempo? No lo malinterpretes.

La Academia de la Lengua no impone ni prohíbe cierta manera de expresarnos. El respeto que se ha ganado se basa en el reconocimiento de la existencia del habla esmerada, tal como la usan los escritores de renombre (aunque hay que reconocer que hasta los escritores de renombre patinan, en cuyo caso se dice que "se toman una licencia").

De hecho, hay educadores que abogan por la neuroeducación y la aplicacion de una inteligencia socioemocional que desarraigue la enseñanza basada en conceptos abstractos y descontextualizados que no tienen aplicación práctica en el presente, y así facilitar la innovación y la solucion a los problemas actuales.

Por eso, en vez de decirnos cómo deberíamos hablar hoy, el Diccionario solo cumple con informarnos acerca de cómo escriben y hablan la mayoría de hispanos [¿o debí escribir "escribe y habla la mayoría"?]. 

Debemos considerar los diccionarios académicos como orientadores, asesores o coaches que nos ofrecen sugerencias para fomentar una conciencia idiomática, invitándonos respetuosamente a corregir y adaptar nuestra manera de pensar (sincrónica y diacrónica) y hablar con base en la calidad, no solo en la eficacia.

Queremos hablar eficazmente, pero no derribando ni despreciando la corrección. Aplicaremos sincronía (al presente, al día día), pero sin menospreciar la diacronía (el estudio de la evolución del idioma a través del tiempo).

Se dice que el niño que no se aviene obedientemente a la disciplina de sus padres y de la sociedad, es un desadaptado. No seamos como ese niño. Es mejor aceptar las sugerencias de los que se esfuerzan duro por ayudarnos a entender mejor lo que significa comunicarnos eficaz y correctamente.

El libro de la Real Academia "Nueva Gramática De La Lengua Española" ha sido y sigue siendo el fruto de muchos años de trabajo de decenas de academias interconectadas, y establece lo que se considera como la norma lingüística para todos los hispanohablantes. Publicada por Espasa-Calpe, es la segunda obra de gramática académica hecha disponible desde 1931.

Una cuestión de estilo

Según como lo veo, escribir es, más que un asunto de corrección. Es una cuestión de estilo. El estilo es el sello o peculiaridad de un escritor u orador, y puede ser profundo, superficial o elevado. 

Por ejemplo, "El Diario de Ana Frank" no llegó a ser famoso por su corrección gramatical ni ortográfica, sino por permitirnos saber de primera mano cómo pensaba una joven oprimida por el régimen de su país en una epoca caótica.

Cualquier libro puede tratar de lo que revolotea en la mente profunda de su autor, es decir, sus sentimientos, pensamientos, vocación, meditación, cultura, observaciones y temperamento; o de lo que ocurre en su entorno: costumbres, tradiciones, influencia y moda de una época, etc. Y puede manifestarse como narración, descripción, diálogo, oratoria, lírica o novela, teatro, historia, cuento, ensayo, artículo periodístico, humorismo, guion cinematográfico o como sea.

No existe lo que llamaríamos un estilo perfecto para escribir o hablar, porque existen tantos estilos como oradores y escritores. Es mejor pensar que todos tenemos un estilo propio, el secreto del cual radica en la sinceridad, en ser original y en dejar que la expresión brote de la inspiración y de nuestra individualidad.

Lógicamente, no sería sensato escribir incorrectamente, amparándonos en la libertad de expresión solo por la flojera de buscar en un diccionario. Porque si bien es cierto que a todos nos asiste dicha libertad, nuestras expresiones influirán mucho más significativamente en la reacción de los demás, porque reflejarán si somos cultos y educados, o incultos y de poca educación (entendiéndose en el contexto de una misma comunidad). 

Si uno proyecta la imagen de no tener educación ni cultura, lamentablemente reduce las probabilidades de que tomen en serio su palabra o siquiera la escuchen o lean. Pero eso no es motivo para que nos retraigamos de hablar o escribir. 

Por ejemplo, se escribieron y vendieron muchos libros sobre los secretos del Paititi, que inspiraron a muchos a realizar expediciones arqueológicas increíbles. Hasta se produjeron ambiciosos documentales para la televisión. ¡Y siguen vendiéndose, porque todavía no han sido descubiertos! ¿Acaso criticaríamos a sus autores por algún error gramatical u ortográfico o por vender tantos libros? 

Por otro lado tenemos el caso de cierto médico que hizo grandes avances en el campo de la salud durante su larga vida. Fue un escritor muy prolífico. Pero redactaba tan mal que, aunque muchos pacientes compraban sus libros, pocos podían disfrutar de su lectura. Lamentablemente, su orgullo le impidió que la editorial, una secretaria o un redactor puliera e texto antes de su publicación. Por eso, probablemente los que más disfrutaron de su contenido fueron las polillas.

¿Es tan importante que uno parezca bien educado por su manera de escribir y hablar? Sí, porque la buena educación suele estar asociada con el sentido de responsabilidad y la experiencia en la vida, cualidades esenciales para un liderazgo responsable. Los auditorios respetan más a quienes parecen más capacitados para dirigir, lo cual está íntimamente ligado al respeto que sienten por el orador.

El respeto genera confianza, y viceversa, y aumentan o disminuyen según los lectores u oyentes perciben que pueden dejarse dirigir por quien escribe o habla correctamente

Si el escritor u orador diera la impresión de no tener mucha educación, experiencia o tacto, pudiera surgir la pregunta: "¿Me conviene dejarme dirigir por alguien que no parece tener suficiente experiencia o educación en la vida? ¿Sabrá tomar buenas decisiones, basadas en un criterio amplio de los asuntos?". 

Sin embargo, irónico como suene, cierto escritor experimentado, no logró que lo eligieran cuando compitió contra un candidato que no solo era un desconocido, sino a todas luces un inexperto en el idioma castellano.

Por eso, aunque sería intolerante de nuestra parte esperar o exigir corrección gramatical u ortográfica a un extranjero o forastero, porque hablar bien un idioma no es sinónimo de incapacidad o ineficiencia, desconocer un idioma podría dar la impresión de que uno tampoco está familiarizado con su cultura y modo de vida, y por ende, con sus problemas y los procedimientos que más se recomendarían para resolverlos. Eso estimularía la formacion de un prejuicio.

Por eso los diplomáticos usan traductores mientras se esmeran por aprender a escribir y hablar correctamente los principales idiomas de los países a los que son enviados. Aventurarse a dar discursos como embajadores sin conocer bien el idioma local los expondría al prejuicio de la gente intolerante de la zona. En cambio, hablar razonablemente bien el idioma local causaría una magnífica impresión. Daría a entender que uno está familiarizado con su cultura, educación, problemas y objetivos.

Sin embargo, sea que escribamos o hablemos bien, lo importante es generar confianza y respeto. Expresarnos mal nos expondría al peligro de ser desaprobados. 

Narración

En la narracion no hay muchas reglas. Narrar es simplemente contar una acción, algo que sucedió o que podría suceder. Cualquiera tiene el derecho de contar cualquier cosa. En Internet proliferan los reporteros aficionados, espontáneos y entusiastas. Quizás la única regla sería "manifestar sinceridad y sensacionalismo".

Se considera poética cuando la narracion abunda en adornos gratos a la imaginación y alegorías, ya se base en la realidad o en una fantasía, y lírica cuando se presenta a modo de canción.

En general, la narración trata de lo que le sucede a los seres vivos, acciones sucesivas que llevan a un desenlace. Se exponen las causas y consecuencias morales y las experiencias y sentimientos que las impulsan, como una película hablada o escrita cuyos personajes están vivos. Especialmente en oratoria es útil dramatizar cuando se quiere matizar una explicación con una experiencia o modelo de vida. E
Una dramatización oportuna enciende la pantalla de la imaginación del oyente.

Requisitos básicos de una narración
  • Unidad. Puedes presentar un solo tema alrededor del cual gira todo lo demás.

  • Utilidad. Muestra los detalles útiles, descartando lo irrelevante.

  • Interés. Despierta la curiosidad del lector u oyente, y mantenlo interesado de principio a fin.

  • Verdad. Funda las palabras en la realidad y manifiesta solo aquello que puedan aceptar tus lectores como algo que pudo o puede suceder.

  • Verosimilitud. Debe ser creíble y armonizar con los tiempos y circunstancias aunque trate sobre algo real o imaginario. Nadie aceptaría que alguien que acaba de romperse una pierna jugara un partido de fútbol la mañana siguiente.
Tres maneras como puedes redactarla
  • En primera persona. Narra lo que te sucedió personalmente: “Corrí despavorido cuando me enteré del derrame de ácido sulfúrico”.

  • En tercera persona. Narra lo que le sucedió a otro: “Corrió despavorido cuando se enteró del derrame de ácido sulfúrico”.

  • Como conocedor de todo. Tú sabes absolutamente todo sobre el personaje y las circunstancias: “Corrió despavorido, sintiéndose desamparado y perdido al enterarse del derrame de ácido sulfúrico. Un camión cisterna había chocado en la autopista, regando muerte por todas partes”.

  • Como un simple observador. No sabes todo sobre el personaje ni las circunstancias. Solo eres un espectador de lo que sucede. Te limitas a narrar los hechos: “Corrió despavorido cuando oyó la noticia de que un camión cisterna había chocado en la autopista, regando ácido sulfúrico y muerte por todas partes. Se lo veía angustiado y desesperado”.
Según el tiempo

Aunque generalmente toda narración implica algo que sucedió, también puedes, dependiendo de tu intención al escribir, presentarla como algo que de hecho sucedió, está sucediendo o sucederá.
  • En tiempo pasado. “Corrió despavorido al sentirse desamparado y perdido cuando se enteró del derrame de ácido sulfúrico. Un camión cisterna había chocado en la autopista, regando muerte por todas partes”.

  • En tiempo presente: “De repente, corre despavorido cuando se entera del derrame de ácido sulfúrico. Un camión cisterna acaba de chocar en la autopista, regando muerte por todas partes”.

  • En tiempo futuro. “No imagina que dentro de un momento correrá despavorido y se sentirá desamparado y perdido cuando el camión cisterna caiga en la trampa de los saboteadores, de acuerdo con su macabro plan, y choque en la autopista, derramando ácido sulfúrico y muerte por todas partes”.
Si bien es cierto que el final o desenlace pudiera dejar que el lector u oyente llegue a sus propias conclusiones, ten presente que, por lo contrario, la mayoría de discursos sirven para orientar y decir específicamente qué es lo que se tiene que hacer. A no ser que tu propósito sea entretener o regalar los oídos, debes mencionar las conclusiones y dejar en claro lo que esperas que el oyente haga al respecto.

Descripción

En la descripción no escribes sobre lo que sienten las personas ni acerca de sus vidas, sino solo sobre lo que ven tus ojos, como si se tratara de una fotografía.

Por ejemplo, describir un parque, sus arbustos y flores, caminos y veredas, personas y animales. Nada sobre lo que hablan o sienten los niños que juegan por ahí, ni de los enamorados que pasean entre los árboles o al borde de la laguna. Es como una fotografía escrita o hablada.
  • Topográfica. Describe las particularidades del lugar. “La región reverdecía, regada por las copiosas lluvias que destilaban de las nubes, como tules; y la montaña se elevaba majestuosa, como un rey que se coronaba con el nevado eterno e insondable de sus cumbres. Y a lo lejos, metido hasta las rodillas en el agua, un hombre echaba su caña de pescar una y otra vez”.

  • Cronográfica. Describe los hechos según el paso del tiempo. “Esa noche celebraban alegremente, entonces el reloj se detuvo justamente a medianoche, en el mismo día… sesenta años después.”

  • Prosopográfica. Describe los aspectos externos de las personas. “Sus largas manos se sentían frías, su desarreglada y sucia barba lucía intimidante, y sus espesas y oscuras ojeras lo decían todo: No tenía dónde caerse muerto.”

  • Etopeya. Describe los rasgos y hábitos de las personas. “Prejuiciosa, solía resentirse por casi todo sin dar lugar a explicación alguna. Desconfiada y calculadora, siempre andaba perdida en una telaraña de soledad y sentimientos de rencor hacia los que antes ganaba como amigos. Perdonar no era su fuerte”.

  • De carácter. Describe las costumbres de los pueblos y sus habitantes. “Tradicionales como siempre, los veteranos organizaban la Fiesta del Potro en el día señalado e invitaban a las aldeas vecinas a unirse al jolgorio. Eran días de desenfreno, nadie contemplaba las normas; era la excusa perfecta para obrar con impunidad.”

  • Paralelismo. Describe una semejanza o paralelo entre dos o más cosas o seres. “Su sonrisa era la luz de sus ojos, y su cariño, como el calor del Sol.”

  • Descripción. Describe un objeto o ser vivo desde el punto de vista o ánimo del redactor. “Recuerdo que era un tipo agradable y campechano que no parecía molestarle que le hicieran todas las preguntas que quisieran. Irradiaba un entusiasmo contagioso y se adaptaba con facilidad a cualquier auditorio.”
Conciencia lingüística

Por tanto, una de las metas de la enseñanza correcta de la lengua es el desarrollo de una conciencia lingüística, la cual implica estudiar el idioma respetando la diversidad. 

Tengamos siempre en cuenta que la sociedad y el habla cambian con el tiempo, y que, con sentido práctico, debes preferir los moldes generales del idioma. A menos que tengas un propósito en particular, no escribas “juese” si estás consciente de que los escritores más cultos prefieren “fuese”. 

Y lo más importante, evita menospreciar a quien hable o escriba con un acento regional. Recuerda que las subnormas de cada zona merecen el respeto de todos los pueblos, es decir, costumbres y tradiciones que casi se han convertido en reglas de conducta.

Según Manuel Seco, en su Gramática Esencial del Español (Espasa-Calpe), "a esa variedad de normas, y no solo a una norma unitaria dogmática, debe atender la enseñanza realista de la lengua en beneficio de los hablantes y de la propia lengua". 

Así como sientes un sano respeto por las normas de tránsito a fin de no sufrir un accidente, puedes evitarte accidentes intelectuales y emocionales, a la vez que das brillo a tu imagen, respetando las pautas y sugerencias para escribir con eficacia.


Adaptaciones modernas del idioma castellano

[El artículo a continuación no es original, sino un comentario que adapté y basé en una copia de un PowerPoint de autor anónimo que alguien envió a mi bandeja de entrada cierta mañana de junio de 2013. Más o menos, decía lo siguiente:]

"En vista del impacto de las aportaciones de los jóvenes* en el castellano de los últimos años, se dice que finalmente se dará a conocer la cuestionada Reforma Modelo 2004 de la Ortografía Española, que tiene como objetivo unificar el español como lengua universal de los hispanohablantes, enmienda paulatina que entrará en vigor poco a poco para evitar confusiones. Simplificará más el castellano, pondrá fin a los problemas de otros países y hará que quienes hablamos esta noble lengua nos entendamos de manera universal. Dicha reforma se introducirá paulatinamente en las siguientes etapas anuales: 

"Primero se procederá con la supresión de las diferencias entre C, Q y K. Como inicio del plan, todo sonido parecido al de la K será asumido por dicha letra. En adelante, se escribirá, por ejemplo, kasa, keso, Don Kijote, y "Que" será reemplazado simplemente por "Q".

"El sonido de la C y Z será simplifikado para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos ke konvierten todas estas letras en un úniko fonema 's', con lo kual sobrarán la C y la Z. Se eskribirá, por ejemplo: 'El sapato de Sesilia es asul', y todos los Orbegozo se apellidarán Orbegoso, y los Pérez, Peres.

"Desapareserán la doble C y 'por', siendo reemplasados por la 'X'. Se eskribirá, por ejemplo: 'Tuve un axidente en la avenida Oxidental', 'Tomaremos axión kontra la delinkuencia', 'Grasias x esta interesante lisensia', 'X lo tanto'. Los españoles ya no estarán en desventaja frente a otros pueblos de habla hispana de estraña pronunsiasión.

"Asimismo, por fin se fundirán la B y la V en una sola, ya ke no hay diferensia entre el sonido de B y V. X eso, a partir del segundo año desapareserá la letra V y beremos kómo bastará kon la B para ke todos hablemos felises y kontentos sin las biejas komplikasiones.

"Pasará algo similar con la doble L y la Y, ke suelen pronunsiarse igual. Todo se eskribirá con Y cuando se trate de Y o LL. X ejemplo: 'Yébeme de paseo x Sebiya' o 'Yámame mañana'. 'La yama es un aukenido'. Y toda 'Y' ke suene como 'i' será reemplasada por 'i' en todos los casos. Tal integración probokará el agradesimiento general de kienes hablan castellano, desde Balensia hasta Bolibia.

"En cuanto a la letra H, su presencia fantasmal siempre molesta (porque nunka se pronunsia), será suprimida por kompleto. En bes de 'zanahoria', eskribiremos simplemente 'sanaoria'. X tanto, ya no será nesesario distinguir entre 'echo' y 'hecho'. Todo será 'eco'. El famoso 'Huebo de Colón' se eskribirá 'El Uebo de Colon'.

"En kuanto a la doble O i la doble E, serán abrebiadas por una sola O i E. ia no eskribiremos 'alcohol' ni 'cooperación', sino 'alkol' i 'koperasión'. En bes de 'reemplazar', escribiremos 'remplasar', y en bes de 'proveer', 'prober'. ia no estará proibido resumir 'de' x 'd' ni 'te' x 't' ni 'del' x 'dl' ni 'todos' x 'tds' ni 'para' x 'pa' ni 'también' por 'tmb' ni 'slds' x 'saludos'.

"D esta manera, el 'lenguaje SMS' o 'lenguaje cat(chat)' remplasará gran parte dl lenguaje académiko. "Saludos" será "slds", "por qué" será "xq", y "te quiero" será "tq". De este modo, ia no s desperdisiarán tantas oras estudiando ests kuestiones q nos tenían artos a tds.

"Al terser año d inisiada la implementasión dl nuebo mtodo, i pa darle maior konsistensia, todo sonido RR se unificará en 1 sola R. X ej, eskribiremos 'Ai ke darle sentido al idioma' i 'Asunto areglado'. La pronunciación de 'kara', 'toro' i 'giro', por sitar solo tres ejemplos, s dejará a discresión dl ablante.

"A fin d ebitar otro problema ortográfiko, s fusionarán las letras G i J de modo q en be d 'gitano' i 'geranio' s escriba 'jitano' i 'jeranio'. Todo irá con 'J'. X ej, se eskribirá: 'El jeneral jestionó la jerensia dl proiecto' i 'Kaen las jotas de ajua', 'Dame un baso de ajua'.

"No ai duda d q estas sensias modifikasiones d la Akademia daran q ablar y jalarse los pelos, y q serbirán pa q, poko a poko, ablemos y eskribamos con más dinamismo, regularidad, rapides y ritmo, sobre todo, en los mensajes de testo.

"A partir dl kuarto año s tomará axión kontra otra horible kalamida dl kasteyano ke emos soportado x siglos: El uso d la tilde i el asento. X eso, el comité d reforma decidio sabiamente imitar el buen ejm estadounidense, q triunfo universalmente sin el uso d la tilde, i suprimira kompletamente su uso. El asento o mayor fuersa d vos pa kada bokablo lo desidira el sentido komun i la intelijensia kayejera d los ablantes o eskribientes. X ejm: "¡Komo komo komo komo!". Lojicamente, rekerira mayor disernimiento entender lo que se kiere desir.

"Tambien en el kuarto año s sacrifikara la Ñ i s ekribira enie, a gusto dl ablante. La rason es q no la admiten los teklados amerikanos ni los koreos electronikos. X ejm, eskribiremos: 'Felis anio nuebo', 'Se rompio la unia', 'Rodson i Compania', 'El Canion de Pernambuko'.

"En kuanto a la W, será remplasada n todos los casos por la U. Eskribiremos 'Uatson', no 'Watson', y en be de 'Pajina web' y 'Webmaster' eskribiremos "Pajina ueb" y "Uebmaster". ¡Mas claro, ni el ajua!

"Para el kinto anyo d la implementasion, s tendran en kuenta modifikasiones un poko mas audases. S fusionaran la D i la T en una sola T en algunos kasos para ke sea mas fasil para todos, i ya no se use ni D, J, T, L, N ni S al fina de algunas palabras. Por ejemplo, eskribiremo 'uste', no 'usted', i 'atau' en be de 'ataud'. En be de 'detenernos', eskribiremo 'tetenerno', i en be de 'dolor de cabesa', eskribiremo 'tolor te kabesa', 'me tuele la jarjanta' i 'uno, to, tre, cuatro, sinko...'. En be de 'reloj', ekribiremo 'relo'. ¡La klabe sera la simplifikasio! 

"Siendo q siempre fue tifisil tecir 'eucalipto', 'elipsis' y 'Sarepta', por citar solo algunas, kedara dispensau si pronunsia 'eukalikto', 'elixis', 'Sarekta' y similares (es muy interesante que los que pronunsian 'kaktar' en bes de 'captar', pronunsien 'kaptus' en bes de 'kaktus') . 

"Otro jiro importante turante el kinto anyo sera la supresio d 'GN' por 'N', 'ST' por 'T' y 'PS' por 'S', i el cambio te 'PT' por 'KT'. Asi, en be d 'Ignacio', ekribiremo 'Inasio', en be d 'impregnar', ekribiremo 'imprenar', i en be d 'estar', 'estoi' i 'estamo', ekribiremo 'etar', 'etoi' i 'etamo', ¿etamo? ia no sera nesesaria la pronunsiasio de 'significado', sino q bastara con desir 'sinificau'. Ya no sera 'signo', sino 'sinno'. Y no será nesesario desir 'ignorante' o 'agnóstiko', sino bastara con desir 'inorante' y 'anóstiko'.

"Tambie se aorara mucho malestar t moto q la terminasione t los partisipio dl berbo ya no sea 'dado' ni 'dido'. Ekribiremo 'e komprendio' en be d 'He comprendido', i 'Te kuidau' en be d 'Ten cuidado'. A partir de lo cual ia no sera problema para uno resumir otras frases como le venga en gana, como 'toi cansau', 'tamo fregau' en be d 'me fastidie', '¡cs!' en vez de '¡Chispas!', '¡Uak!' en be d 'no me agrada' y 'tf' en be d 'te felicito'.

"Otra pekenia inclusio n el kinto anyo sera, x fin, la acetacio dl uso dl simbolo '+' en be d la palabra 'más', y '-' por 'menos'. Y los sinos de amiracio e interogasio solo s usara al fina d la orasione, igual q n ingle. Sera valido usar 't' en be d 'te' i 'd'. Eskribiremo 'eso e d Juan'. Tambie sera permitido, komo en el idioma aleman, fusionar frases como 'poco a poco' x 'pokapoko', 'unpoko' x 'un poco'. i 'pa' en be d 'para', como 'pake' en be d 'para que', i 'pasiempre' x 'para siempre'. No se considerara incoreta otra fusione similare, komo 'osea', 'japi', 'gudbai' ni 'jelou'. Se podrá ekribir 'John' komo 'ion, 'ihon', 'Yoon', o como te d la real gana. Tmpoko s condenara el cambio temporal d 'J' por 'S', como en 'nojotro' x 'nosotros' i 'laj kosa' x 'las cosas'. ia no s ekribira lo numero con letra, sino siempre con numero (5, 10, 35), i lo numero romano sera sepultado pasiempre.

"Kon todo esto kambio pa la liberta de espresio, la Akademia nos aprosima lo + posible a una + moderna ekritura i pronunsiasio imberoamerikana, detinada a mejora el etado konfuso d nuetra lengua, algo q la jente bulgar resibirá con algarabía. Lojicamente, pa ete tiempo, la ekuela abra akotumbrao a lo etudiante al nuebo abesedario, de modo q, en be dl tedioso i largo "ABCDEFGHIJKLMNOPQRSTUVWXYZ", será solo "ABDEFJIKLMNOPRSTUXY+ -"

"Al komienso paresera unpoko komplikau, pero ba salir bie. X eso la Akademia implementara eto kambio pokapoko. La kotumbre bulgar sera la norma i tos los pueblo ablara komo le d la gana. Lo mensaje d testo sera el nuebo disionario para la jubentu.

"A partir tel seto anio kedara finalmente sepultada la interbokalika ke la jente no usa. Konsiderando kel latin no tiene artikulo, i sin embarjo sije siendo 1 luenga biba (aunke disen ke eta muerta), nuetro renobao idioma karesera d artikulo. No ma artikulo! i x ultmo, se suprimira ls oribles y komplikds ptos y kmas. No + puntos! ese sinifika q ya no tiene q empezar kon mayucula y akabar con punto xq el punto sera kosa dl pasado!!!

"Al prinsipio ete sera poko enredau i ablaremo komo toro loko (no komo "todos locos" sino como "Toro" el am dl Llanero Solitario") pero desp estranjero bera tarea d aprende kateiano ser muito mais fasil i bendisiran i beneraran akademiko ke desidio tan intelijente y balien-t refoma klabe pake sere umano como nojotro ke bibimo en paise ispanoablante gosemo x fin d 1 idioma ke tods keremo ablar komo nosda lagana i komo ultima axión akademikos seran despedido d la Akademia xq ya no s nesesita pa nada ni controla ni ibestiga nada laka demia sera museo noma

el pb d abrev tnt es el pso dl tp y las brch gen s sierto q tds etas inob s dbn a q ls sels i mobls peqs esigen escr + fast x q slo tmos 2 d2 pulgs tmb ai 1 fasi x ls cods secr i clbs Lam qndo pasa esa genr o pas mucho tp sin q s usen ls cods s vlven letr muert qndo sn olbidads o rmplsads x otr nvos kom susdio kn ls abr q caieron n dsuso i la sgte gen ni s img lo q signf escr sn bocales i abr tdo realmnt pone n plgro 1 idma lo q signf pner en plgro ls com en gral q tmb signf plgro a ls pryctos sluciones y resp etc ej q rep 'etc' pa nojotro dl lat et cetera signf 'lo demás' i seguim usandolo al fin de 1 orasion pa indic 1 sust dl rest d 1 idea q no s nec espfcr xq s sobrtnde per si pasa muito tp sin uso ls nvas gen q estudn docs past no sabran kom interpret kmo susd kn 'Su atto y SS' o 'SEu O'

[Interpretación del párrafo anterior: "El problema de abreviar tanto es el paso del tiempo y las brechas generacionales. Si bien es cierto, todas estas innovaciones se deben a que la vida agitada y los dispositivos móviles pequeños exigen escribir más rápido. Solo se cuenta con dos dedos pulgares y una pantalla muy pequeña para hacerlo, además de que siempre ha existido una gran fascinación por los códigos secretos y claves.

Lamentablemente, cuando pasa esa generación o transcurre mucho tiempo sin que se usen los códigos originales, se vuelve letra muerta cuando son olvidados o reemplazados por otros nuevos, como sucedió con las abreviaturas que cayeron en desuso y la siguiente generación ni se imaginaba lo que significaban. 

Escribir sin vocales, artículos ni puntos, y abreviar las palabras hasta el punto de la exageración, realmente pone en peligro el idioma (y no es un problema del español solamente, sino de todos los idiomas), lo que significa poner en peligro las comunicaciones en general, lo que a su vez pone en grave riesgo los proyectos, las soluciones y las respuestas, etc. Por ejemplo, ¿qué representa "etc" para nosotros, del latín et cétera? Significa "lo demás", y seguimos usándolo al final de una oración para indicar una sustitución del resto de una idea que no es necesario especificar, porque se sobreentiende. Pero ¿sabías que "etc" significaba "lo demás"? Si pasara mucho tiempo sin usarse, las nuevas generaciones que estudiaran documentos pasados no sabrían cómo interpretarlo, como sucede con "Su atto y S.S. (Su atento y seguro servidor)" o "S.E.u O. (Salvo error u omisión)".[Fin de la interpretación]

¿Que te pareció? Si no quieres que esta ficción se convierta en una espeluznante realidad y acabemos absoluta y totalmente incomunicados, en vez de aplicar la filosofía de “Liberen a Willy” para el idioma, procura cultivar aprecio por el esfuerzo y las sugerencias de la Academia y procura mejorar cada vez más tu manera de escribir las palabras.

Los chinos tienen un sistema muy eficaz basado en símbolos. ¡Pero hay que memorizar miles de caracteres a fin de aprender a hablar y escribir correctamente el milenario idioma! Si quieres aprender chino, ¡te felicito! Harás una gran contribución a la comunicación internacional. Pero mientras desees comunicarte en español o castellano, debes aprender a entender y usar las palabras y frases del idioma español lo mejor posible.

No es por gusto que los académicos se esmeran diariamente por ayudarnos a escribir y hablar de la manera más adecuada posible. Eres libre de abreviar todo lo que quieras cuando envíes un mensaje de texto por celular. Pero cuídate de no perder de vista la importancia de escribir y hablar correctamente cuando redactes un documento legal. ¡Coopera por evitar que un día el castellano se diluya en la confusión y, finalmente, se esfume en el olvido! 

Que tus comunicaciones habladas y escritas sean cada vez más eficaces. [Fin del artículo]

¿Cómo se pronuncia o cómo se sugiere decirlo?

Si tienes dudas en cuanto cómo se dice cierta palabra, mejor asegúrate o usa otra similar, o no la digas ni escribas, o bien, modifica la frase.

Si tienes dudas en cuanto a escribir "tenemos que decidir" o "tenemos que desidir", no te hagas problemas. Usa una frase parecida y escribe "tenemos que llegar a un acuerdo", "debemos votar", "hay que ponernos de acuerdo" u otra cosa. Siempre hay otra manera de dejarte entender.

Sé que de vez en cuando oyes palabras que te despiertan dudas en cuanto a cómo se deben decir, o qué significan, y que, por no saberlo, crees que podrías meterte en problemas. No te asustes.

Por ejemplo, muchos damnificados por una grave inundación no pudieron beneficiarse del seguro cuando solicitaron ayuda. ¿Por qué? Porque cuando originalmente solicitaron el seguro les dijeron que "no se requería un seguro contra inundaciones por no estar en una zona de alto riesgo de inundación".

Los clientes lo interpretaron como "que no necesitaban un seguro contra inundaciones". Pero ¿era tan importante notar esa pequeña gran diferencia de significado en la expresión?

En un sentido estricto de la palabra, "se requiere" significaba lo que la compañía de seguros exigía para aprobar el seguro, mientras que "se necesita" significaba lo que el asegurado necesitaba para sentirse seguro.

Los asegurados firmaron los documentos sin notar que "se exige" y "se necesita" significaban cosas muy diferentes desde el punto de vista legal, una sutileza que marcó una enorme diferencia cuando necesitaron el seguro. Técnica y sencillamente significaba que no habían contratado un seguro contra inundaciones.

Por eso, no solo es importante saber leer, sino estar en capacidad de entender el significado de las palabras, sobre todo cuando se trata de firmar un contrato. Cuando se trata de un contrato, siempre es conveniente consultar con un amigo abogado.

Claro, la compañía perdió clientes porque se sintieron engañados. Seguramente nunca más confiarían en dicha aseguradora. Pero el daño estaba hecho.

Por otro lado, a veces la Real Academia Española acepta palabras nuevas o diferentes, aunque semejantes o con el mismo significado. En tal caso, siempre es conveniente consultar un mataburro (diccionario).

Otras  expresiones se pueden decir de dos o más maneras, y otras, de una sola manera También hay las que dependen de lo que uno intenta decir. En la mayoría de los casos, basta un poco de reflexión para decidir qué palabras usar.

Por ejemplo, es un verdadero disparate decir: "A lo mejor le fue mal" o "a lo mejor se cayó por la ventana". ¿Cómo va a ser mejor que le vaya mal! Solo se necesitan dos dedos de frente para reconocer que "a lo mejor" debe usarse solamente cuando el asunto es "mejor", es decir, positivo, no negativo.

Decir: "A lo mejor Dios se ha olvidado de mí" refleja una crasa falta de lógica. No es un problema gramatical, semántico ni ortográfico, sino de lógica simple. ¿Cómo va a ser mejor que a alguien le vaya mal o se caiga por la ventana o que Dios se olvide de él? En tal caso, se debe decir "Quizá le fue mal" o "probablemente se cayó por la ventana", o "siento como si Dios se hubiera olvidado de mí". No es inteligente decir: "A lo mejor" es casos negativos (a no ser que realmente le desees el mal).

Por otro lado, hay palabras que se parecen mucho entre sí, pero no tienen el mismo significado (por ejemplo "idiosincrasia" e "idiosincracia"). Otras son iguales pero significan cosas diferentes o no tienen nada que ver la una con la otra ("él sabe sumar y restar", "esto sabe a chocolate"). Y si depende de la intención, es mejor consultar un diccionario académico.

Por último, no descartes el hecho de que, con los avances tecnológicos, la Academia puede actualizar el contenido del Diccionario de manera más rápida y eficaz. Tal vez decida aceptar e incluir en sus libros digitales una palabra o fraseología que hasta hace poco no había sido publicada como aceptada oficialmente en los libros físicos de papel.

Algunos tienen dudas al usar ciertas palabras o frases. Por ejemplo, ¿cómo lo dirías: "La mayoría de esas personas es pedante" o "La mayoría de esas personas son pedantes"?

En tal caso, es prudente consultar la palabra "mayoría" en el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia. Verás que ahí dice: "La mayor parte de estos cuantificadores admiten la concordancia con el verbo tanto en singular como en plural, dependiendo de si se juzga como núcleo del sujeto el cuantificador singular o el sustantivo en plural que especifica su referencia, siendo, en general, la concordancia en plural". (VER DICCIONARIO, [CONCORDANCIA: 4.8]) Aunque algunos se sientan movidos a criticar que prefiramos "la mayoría de esas personas es pedante", no juzgamos mal "la mayoría de esas personas son pedantes".

Algo similar sucede con: "En la medida que" y "En la medida en que". Ambas locuciones conjuntivas son aceptables.

Abajo, en "Depende de lo que quieras decir", puedes tocar las primeras cinco líneas para obtener una de las asepciones del Diccionario que hemos puesto solo como ejemplo. Algunas diferencias son sutiles, otras, claramente distintas. Solo ten en cuenta que con el tiempo seguramente muchas de estas también quedarán obsoletas.

Para más información sobre el uso de las palabras, puedes examinar diccionarios académicos, enciclopédicos, etimológicos o semánticos. 

En los siguientes casos, las dos maneras se consideran válidas:

¿Tiempla o templa?
¿Amedrantar o amedrentar?
¿Amoniaco o amoníaco?
¿Amplificar o ampliar?
¿Amueblar o amoblar?
¿Antes que vea o antes de que vea?
¿Aparcar o parquear?
¿Asemejar o semejar?
¿Asiduidad o asiduamente?
¿Borbotear o borbotar?
¿Calidoscopio o caleidoscopio?
¿Calosfríos o escalofrío?
¿Cangrena o gangrena?
¿Cardíaco o cardiaco?
¿Chequear o comprobar?
¿Cernir o cerner?
¿Con tal que o contal de que?
¿Concretizar o concretar?
¿Conferencista o conferenciante?
¿Conterráneo o coterráneo?
¿Controversial o controvertido?
¿Decimotercero o decimotercio?
¿Diferencia o diferenciación?
¿Enantes o antes?
¿Encarcerar o encarcelar?
¿Endósmosis o endosmosis?
¿Endrezar o aderezar?
¿Engrosar o engruesar?
¿Enlentecer o lentificar?
¿Enlentecer o ralentizar?
¿Entumir o entumecer?
¿Exabrupto o ex abrupto?
¿Expositor o exponente?
¿Feminidad o femineidad?
¿Figurado o figurativo?
¿Finiquitar o terminar?
¿Fructificar o frutificar?
¿Fructuoso o frutuoso?
¿Glotón o guloso?
¿Grampa o grapa?
¿Grapar o engrapar?
¿Guacamole o guacamol?
¿Hostilizar u hostigar?
¿Ícono o icono?
¿Implementar o implantar?
¿Implicación o implicancia?
¿Infructífero o infructuoso?
¿Menguar o amenguar?
¿Meteoro o metéoro?
¿Palabras clave o palabras claves?
¿Palanquear o apalancar?
¿Palear o apalear?
¿Planear o planificar?
¿Podiatra o podíatra?
¿Por lo contrario o por el contrario?
¿Postrarse o prosternarse?
¿Prestidigitador o prestigiador?
¿Pudrir o podrir?
¿Quilatar o aquilatar?
¿Quizá o quizás?
¿Radioactivo o radiactivo?
¿Respecto a ti? o ¿de ti?
¿Retortijada o retortijón?
¿Semejar o asemejar?
¿Versículo o verso?
¿Vieran o viesen?

En los siguientes casos, la segunda se considera correcta.

¿A fin que o a fin de que?
¿A comparación de o en comparación con?
¿Accesar o tener acceso a?
¿Adónde está Luis o dónde está Luis?
¿Aéreopuerto o aeropuerto?
¿Afiatado o afianzado?
¿Alínean o alinean?
¿Amazonía o amazonia?
¿Ambagues o ambages?
¿Anastesia o anestesia?
¿Aperturar o dar apertura a...?
¿Atrás de mí o detrás de mí?
¿Boína o boina?
¿Cada uno tenemos que...o cada cual tiene que?
¿Calosfríos o calofrío?
¿Carácteres o caracteres?
¿Catatonía o catatonia?
¿Cerca a o cerca de?
¿Cerca mío o cerca de mí?
¿Claravidencia o clarividencia?
¿Coberturar o cubrir?
¿Como consecuencia o a consecuencia?
¿Consiste de ocho hojas, o consiste en ocho hojas?
¿Cónyugue o cónyuge?
¿Currícula o currículo?
¿Decifrar o descifrar?
¿Dentrífico o dentífrico?
¿Descendiente o descendente?
¿Eclixar o eclipsar?
¿Eclixe o eclipse?
¿Embuidos o imbuidos?
¿En base a la fuente o con base en la fuente?
¿En mi detrás o detrás de mí?
¿En relación a..., o con relación a...?
¿En relación a..., o en relación con...?
¿Esplosión o explosión?
¿Estean o estén?
¿Etiope o etíope?
¿Expander o expandir?
¿Explicarle de que o explicarle que?
¿Fertil o fértil?
¿Filtrear o flirtear?
¿Forklórico o folklórico?
¿Geneológico o genealógico?
¿Habían cosas o había cosas?
¿Hacer acopio o acopiar?
¿Háigamos o hayamos?
¿Homogenidad u homogeneidad?
¿Impelir o impeler?
¿Impeledo o impelido?
¿Inapto o inepto?
¿Influenciar o influir?
¿Insultativa o insultante?
¿Interín o ínterin?
¿Internalizar o interiorizar?
¿Itsmo o istmo?
¿Kilate o quilate?
¿La mayoría tenemos que o la mayoría tiene que?
¿Más antes o antes (o más pronto)?
¿Metastatar o metastatizar?
¿Metereológico o meteorológico?
¿Mounstro o monstruo?
¿Muto propio o Motu proprio?
¿Nadies o nadie?
¿Nigueria o Nigeria?
¿Oceano u océano?
¿Poderante (apoderante) o poderdante?
¿Poliomelitis o poliomielitis?
¿Polición o polusión?
¿Postrímero o postrimero?
¿Preveer o prever?
¿Prevenible o previsible?
¿Prioridades o prioridad?
¿Profundizamiento o profundización?
¿Psiquíatra o psiquiatra?
¿Publiselva o pluviselva?
¿Pudrido o podrido?
¿Riunir o reunir?
¿Rumanía o Rumania?
¿Satisfació o satisfizo?
¿Talsimán o talismán?
¿Téjnica o técnica?
¿Testiga o testigo?
¿Transgiversar o tergiversar?
¿Tras mío o detrás de mí?
¿Uno a uno o uno por uno?*
¿Vamos donde Luis o vamos adonde Luis?

En los siguientes casos dependerá de lo que quieras decir (sí o sí tienes que consultar el Diccionario):

¿Adónde o dónde?
¿Aflorar o florecer?
¿Aprender o aprehender?
¿Aterosclerosis o arteriosclerosis?
¿Balear o abalear?
¿Buzo o buceador?
¿Adyuvante o coadyuvante?
¿Apartamento o apartamiento?
¿Casualidad o causalidad?
¿Círculo o ciclo?
¿Coactar o coartar?
¿Coetáneo o coterráneo?
¿Comparar con o comparar a?
¿Competición o competencia?
¿Consciente o consiente?
¿Década o decenio?
¿Desbastar o devastar?
¿Dónde o adónde?
¿Embestir o investir?
¿En balde o de balde?
¿Encaramar o repantigar?
¿Encarnar o encarnizar?
¿Enjugar o enjuagar?
¿Erradicar o desarraigar?
¿Esotérico o exotérico?
¿Espaldarazo o respaldo?
¿Estático o extático?
¿Estrategia o táctica?
¿Flagrante o fragante?
¿Florecer o aflorar?
¿Flujo o influjo?
¿Fragante o flagrante?
¿Garrotear o agarrotear?
¿Gorgoteo o borboteo?
¿Graduar o gradar?
¿Grapar o engrampar?
¿Hostigar u hostilizar ?
¿ilegible o ininteligible?
¿infundir o fundir?
¿Inmediatez o mediático?
¿Intimar o intimidar?
¿Invernar o hibernar?
¿Lapso o lapso de tiempo?
¿Manar o emanar?
¿Más aún o mas aun?
¿Meteoro o meteorito?
¿Millares o millones?
¿Orbe o urbe?
¿Paliar o palear?
¿Palmada o espaldarazo?
¿Pizarrón o pizarrín?
¿Planchar o planchear?
¿Plausible o posible?
¿Pluvial o fluvial?
¿Polizón o polisón?
¿Práctico o pragmático?
¿Prepósito o propósito?
¿Propaganda o publicidad?
¿Propicio o apropiado?
¿Quizás o a lo mejor?
¿Raciocinar o razonar?
¿Ración o rasión?
¿Radiación o irradiación?
¿Rasar o razar?
¿Rebasar o rebalsar?
¿Rebelarse o revelarse?
¿Rebosar o rebozar?
¿Reflejar o reflexión?
¿Saltante o resaltante?
¿Sinápsis o sinópsis?
¿Socializar o sociabilizar?
¿Tácito o tajante?
¿Tratar o procurar?
¿Trozado o troceado?
¿Ventrículo o ventrílocuo?
¿Vértice o vórtice?
¿Votar o botar?

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