INTRODUCCIÓN
1. EFICACIA Y CALIDAD
2. CÓMO VER LA NORMA
3. NORMAS GENERALES
4. LA DESCRIPCIÓN
5. LA ORACIÓN
6. ACENTO ORTOGRÁFICO
7. CÓMO ILUSTRAR
8. EJEMPLOS
ADVERTENCIAS
- REDACCIÓN Y NORMAS GENERALES
- SIGNOS DE PUNTUACIÓN
Al igual que sucede con la oratoria, muchos se intimidan ante la redacción de un tema porque creen que solo los expertos tienen derecho de escribir unas líneas. Nada más falso.
Procura armonía más que técnica
Redactar significa escribir armoniosamente tus palabras, frases y párrafos basándote en pensamientos previamente ordenados. Trasciende sobre la palabra hablada porque permite su lectura, relectura, reflexión y conservación para consulta posterior. No se desvanece en los oídos como sucede con la palabra hablada. Por eso, más que buscar una técnica, debes percibir la armonía entre las palabras y las ideas en tu interior y dejar que fluyan libremente como si fuera música en tu corazón.
Lo principal es tener un objetivo claro
La verdadera redacción de un tema no consiste en sacar una hoja de papel y comenzar a escribir sin tener siquiera la más remota idea de lo que quieres escribir ni a quién dirigirás el mensaje. Necesariamente tienes que (1) pensar en una idea y (2) saber quien la leerá o escuchará. Si tienes el objetivo claro en la mente y el corazón, no te atascarás mucho. El objetivo es la base de cualquier tipo de comunicación.
Cómo redactar y qué redactar
Redactar un tema es una cuestión de contenido y forma. El contenido o fondo (qué escribir) es un asunto de idioma; y la forma (cómo escribirlo), una cuestión artística, depende de la influencia del entorno, la moda, las costumbres y tradiciones.
No existe un “estilo perfecto”
Cada redacción es algo muy personal. Depende de la educación, la cultura, el temperamento, el medio ambiente y las vivencias de quien escribe. Nadie debe enseñar que en redacción existe un estilo perfecto. Hay tantos estilos como redactores y cada uno crea el suyo propio. Tú tienes tus propias experiencias y maneras de expresarte. Ahora bien, si quieres mejorar tu estilo, solo tienes que desarrollar tu personalidad. Porque la definición de un estilo de redacción envuelve todo lo que eres como escritor. La redacción de tus temas proyecta tu imagen interior.
▲ Normas generales
Procura armonía más que técnica
Redactar significa escribir armoniosamente tus palabras, frases y párrafos basándote en pensamientos previamente ordenados. Trasciende sobre la palabra hablada porque permite su lectura, relectura, reflexión y conservación para consulta posterior. No se desvanece en los oídos como sucede con la palabra hablada. Por eso, más que buscar una técnica, debes percibir la armonía entre las palabras y las ideas en tu interior y dejar que fluyan libremente como si fuera música en tu corazón.
Lo principal es tener un objetivo claro
La verdadera redacción de un tema no consiste en sacar una hoja de papel y comenzar a escribir sin tener siquiera la más remota idea de lo que quieres escribir ni a quién dirigirás el mensaje. Necesariamente tienes que (1) pensar en una idea y (2) saber quien la leerá o escuchará. Si tienes el objetivo claro en la mente y el corazón, no te atascarás mucho. El objetivo es la base de cualquier tipo de comunicación.
Cómo redactar y qué redactar
Redactar un tema es una cuestión de contenido y forma. El contenido o fondo (qué escribir) es un asunto de idioma; y la forma (cómo escribirlo), una cuestión artística, depende de la influencia del entorno, la moda, las costumbres y tradiciones.
No existe un “estilo perfecto”
Cada redacción es algo muy personal. Depende de la educación, la cultura, el temperamento, el medio ambiente y las vivencias de quien escribe. Nadie debe enseñar que en redacción existe un estilo perfecto. Hay tantos estilos como redactores y cada uno crea el suyo propio. Tú tienes tus propias experiencias y maneras de expresarte. Ahora bien, si quieres mejorar tu estilo, solo tienes que desarrollar tu personalidad. Porque la definición de un estilo de redacción envuelve todo lo que eres como escritor. La redacción de tus temas proyecta tu imagen interior.
▲ Normas generales
- Sé dueño del contenido
- Diseña un esquema del tema
- Redacta un párrafo
- Escribe un artículo
- Respeta la gramática hasta donde sea posible
- Respeta los signos de puntuación
- Estudia el idioma
- Advertencias generales
- Escucha la voz de la experiencia
El primer requisito para redactar un escrito consiste en ser dueño del contenido, lo cual consigues buscando primero en tu interior, y luego, investigando y documentándote adecuadamente. Y debes pulirlo y mejorarlo con el filtro de tus propias vivencias.
El peor error que puede cometer alguien que debe presentar una tesis es encargársela a otro que se la prepare. Al no ser dueño del contenido, no tiene fuerza ni convicción sobre el mismo ni ningún derecho que respalde sus pretenciones de ser el autor.
▲ 2. Diseña un esquema del tema
Diseña una lista o esquema de dos, tres o cuatro asuntos acerca de los cuales quieres escribir, para enfocar rápida y cómodamente los puntos principales y secundarios de todo el artículo. El siguiente es solo un ejemplo de las muchas maneras como podrías organizar tus ideas.
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▲ 3. Redacta un párrafo
¿Cómo es un párrafo? Un párrafo se compone de una o más pequeñas ideas interconectadas por puntos. Al terminar cada idea debes poner un punto. Varias ideas terminadas en punto conforman un párrafo.
¿Cómo es un párrafo? Un párrafo se compone de una o más pequeñas ideas interconectadas por puntos. Al terminar cada idea debes poner un punto. Varias ideas terminadas en punto conforman un párrafo.
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No tiene que ser estrictamente así en todos los párrafos, pero por lo común, escríbelos así y se verá ordenado.
Veamos un ejemplo de párrafo:
(SIEMPRE DEJA UN ESPACIO ANTES)
(SIEMPRE DEJA UN ESPACIO DESPUÉS)
El párrafo anterior tiene muchas líneas, pero de eso hablaremos en otro capítulo. Por ahora lo más importante es que entiendas las diferencias.
Cifras ideales
▲ 4. Escribe un artículo
¿Cómo es un artículo? Un artículo se compone de varios párrafos interconectados por espacios que van entre párrafo y párrafo.
Para escribir un artículo sencillo puedes usar, por ejemplo, un párrafo para impactar, otro para informar o explicar e ilustrar la idea, para mostrar un ejemplo, otro para mostrar la aplicación práctica de la información e invitar a reflexionar, y otro para motivar o mover a acción.
PÁRRAFO INICIAL DE IMPACTO
PÁRRAFOS INFORMATIVOS
PÁRRAFOS REFLEXIVOS
PÁRRAFO FINAL DE MOTIVACIÓN
Ejemplo de un artículo con párrafos unidos (NO RECOMENDADO):
Cifras ideales
- Cantidad máxima ideal de palabras por párrafo: 55
- Cantidad ideal de oraciones por párrafo: 3
- Cantidad máxima ideal de palabras por oración: 18
- Cantidad ideal de palabras largas por párrafo: 1
- Índice ideal de dificultad de lectura por párrafo: 10 o menos
Para una explicación más detallada sobre las cifras ideales, puedes leer el artículo "Indice de Nubosidad" de la sección "Artículos".
▲ 4. Escribe un artículo
¿Cómo es un artículo? Un artículo se compone de varios párrafos interconectados por espacios que van entre párrafo y párrafo.
Para escribir un artículo sencillo puedes usar, por ejemplo, un párrafo para impactar, otro para informar o explicar e ilustrar la idea, para mostrar un ejemplo, otro para mostrar la aplicación práctica de la información e invitar a reflexionar, y otro para motivar o mover a acción.
PÁRRAFO INICIAL DE IMPACTO
PÁRRAFOS INFORMATIVOS
PÁRRAFOS REFLEXIVOS
PÁRRAFO FINAL DE MOTIVACIÓN
Ejemplo de un artículo con párrafos unidos (NO RECOMENDADO):
LO QUE VERDADERAMENTE HACE GRANDES A LOS PADRES
Recuerdo que mi padre era un hombre alto y fuerte que inspiraba respeto. Siempre estaba alegre y haciendo bromas. El recuerdo que conservo de mi madre es uno de cariño y fragilidad. Vivíamos en la zona más exclusiva de la ciudad. Pero ¿qué dejó el paso del tiempo?... ¿Qué recuerdas tú de tu niñez?
Para un niño, sus padres son su universo. Pero con el tiempo, poco a poco, sus estrellas se apagan, la realidad toma cuerpo y los que otrora inspiraban tanto temor comienzan a empequeñecer y debilitarse. Uno renace en un nuevo sentido, teniendo que asir el timón de sus propias decisiones y consecuencias. Cualquiera puede pintar castillos en el aire, pero pocos aprenden a manejar eficazmente sus frustraciones cuando los naipes se derrumban. Es cierto que unos jóvenes resultan más propensos que otros al éxito. Pero ¿qué hace que un hombre o una mujer tenga éxito o fracase en la vida, o que gane o pierda el respeto de los demás? Un secreto radica en su autoestima, es decir, el valor que se da a sí mismo como persona… al margen de lo que los demás pudieran pensar. Y ¿qué fortalece o debilita su autoestima? Un factor importante tiene que ver con la toma de decisiones. Los padres que siempre responden en vez del niño, resolviéndole todos sus problemas lo ciegan ante las consecuencias impidiéndole desarrollar el concepto de valoración de sí mismo (“Todo sale bien cuando papá o mamá toman la decisión; pero cuando yo la tomo, nunca funciona. Soy un fracaso total”). Cierto padre preguntó a su hija de corta edad: “¿Qué harías si te pierdes?”, y la niña respondió: “Busco un punto de referencia, me oriento y regreso a casa. Y si no lo veo, pregunto a alguien”. Ella había aprendido la lección, y él estaba contento de que ella pensara adecuadamente. Otro padre, sabiendo que su niña había visto muchas veces la propaganda: “A la droga, dile no”, le preguntó: “Tú ¿tomarías drogas, hijita?”. La niña respondió: “No”. A lo que él añadió: “¿Sabes qué es una droga?”, y la niña dijo: “No”. Le dio pena oír eso. ¿Cómo rechazaría su hija algo que, llegado el momento, no sabría identificar? Él tenía que explicarle qué y cómo eran las drogas. Es muy importante que los niños aprendan desde temprano qué es una decisión y qué es una consecuencia. Y en vez de tomar todas las decisiones por ellos, permitirles decidir algunas cosas por sí mismos para que valoren lo que pueden hacer y lo que son como personas. Si fallan, ayudarles a identificar el origen del error, para apuntar mejor en el futuro; y si dan en el blanco, encomiarles efusivamente, para fortalecer su autoestima. Por eso, si tienes hijos, hermanos menores, nietos o sobrinos, y quieres que tengan éxito en la vida, no les hagas creer que tú tienes la solución para todos sus problemas. Lógicamente, toma tú las decisiones más importantes, pero deja que ellos también tomen por sí mismos sus propias pequeñas decisiones. Así les enseñarás la autovaloración, a manejar eficazmente el fracaso y los sentimientos de frustración, y a ver claramente la relación que existe entre una buena decisión y el verdadero éxito."
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Ejemplo del mismo artículo, pero con los párrafos separados (RECOMENDADO):
Para un niño, sus padres son su universo; pero con el tiempo, poco a poco, sus estrellas se apagan, la realidad toma cuerpo y los que otrora inspiraban tanto temor comienzan a empequeñecer y debilitarse. Uno renace en un nuevo sentido, teniendo que asir el timón de sus propias decisiones y consecuencias. Cualquiera puede pintar castillos en el aire, pero pocos aprenden a manejar eficazmente sus frustraciones cuando los naipes se derrumban. Es cierto que unos jóvenes resultan más propensos al éxito que al fracaso. Pero ¿qué hace que un hombre o una mujer tenga éxito o fracaso en la vida, o que se gane o pierda el respeto de los demás? Un secreto radica en la autoestima, el valor que uno se da a sí mismo como persona… al margen de lo que los demás pudieran pensar. Y ¿qué fortalece o debilita la autoestima? Un factor importante tiene que ver con la toma de decisiones. Los padres que siempre responden en vez del niño y le resuelven todos sus problemas lo ciegan ante las consecuencias impidiéndole desarrollar el concepto de valoración de sí mismo (“Todo sale bien cuando papá o mamá toman la decisión; pero cuando yo la tomo, nunca funciona. Soy un fracaso total”). Cierto padre preguntó a su hija de corta edad: “¿Qué harías si te pierdes?”, y la niña respondió: “Busco un punto de referencia, me oriento y regreso a casa. Y si no lo veo, pregunto a alguien”. Ella había aprendido la lección, y él estaba contento de que ella pensara adecuadamente. Otro padre, sabiendo que su niña había visto muchas veces la propaganda: “A la droga, dile no”, le preguntó: “Tú ¿tomarías drogas, hijita?”. La niña respondió: “No”. A lo que él añadió: “¿Sabes qué es una droga?”, y la niña dijo: “No”. Le dio pena oír eso. ¿Cómo rechazaría su hija algo que, llegado el momento, no sabría identificar? Él tenía que explicarle qué y cómo eran las drogas. Es muy importante que los niños aprendan desde temprano qué es una decisión y qué es una consecuencia. Y en vez de tomar todas las decisiones por ellos, permitirles decidir algunas cosas por sí mismos para que valoren lo que pueden hacer y lo que son como personas. Si fallan, ayudarles a identificar el origen del error, para apuntar mejor en el futuro; y si dan en el blanco, encomiarles efusivamente, para fortalecer su autoestima. Por eso, si tienes hijos, hermanos menores, nietos o sobrinos, y quieres que tengan éxito en la vida, no les hagas creer que tú tienes la solución para todos sus problemas. Lógicamente, toma tú las decisiones más importantes, pero deja que ellos también tomen por sí mismos sus propias pequeñas decisiones. Así les enseñarás la autovaloración, a manejar eficazmente el fracaso y los sentimientos de frustración, y a ver claramente la relación que existe entre un buena decisión y el verdadero éxito." |
▲ 5. Respeta la gramática hasta donde sea posible
Para dar claridad a un escrito, respeta la gramática hasta donde te sea posible. Ten en cuenta que concuerden los géneros y tiempos de las palabras. Si careces de experiencia redactando, fíjate que las oraciones muy largas pueden aburrir o confundir. Es mejor hacerlo con oraciones cortas y párrafos breves. Luego, cuando acumules experiencia, podrás extenderte más.
Cuando puedas, date un tiempo para estudiar la "Nueva Gramática de la Lengua Española", de la Real Academia. Un exquisito documento de consulta obligada.
Para dar claridad a un escrito, respeta la gramática hasta donde te sea posible. Ten en cuenta que concuerden los géneros y tiempos de las palabras. Si careces de experiencia redactando, fíjate que las oraciones muy largas pueden aburrir o confundir. Es mejor hacerlo con oraciones cortas y párrafos breves. Luego, cuando acumules experiencia, podrás extenderte más.
Cuando puedas, date un tiempo para estudiar la "Nueva Gramática de la Lengua Española", de la Real Academia. Un exquisito documento de consulta obligada.
▲ 6. Respeta los signos de puntuación
Los signos de puntuación sirven para este propósito: 1) Especificar un valor. 2) Dar sentido a las diferentes partes de la oración. 3) Y ayudar a entonar adecuadamente con la voz el contenido, imprimiendo a cada idea el sentimiento que armonice mejor con la intención de su autor.
Este último aspecto es tenido a menos por la mayoría de lectores. Los signos de puntuación no fueron diseñados como guías de entonación, pero también sirven a dicho propósito. Porque si uno siempre entona los puntos y las comas con las mismas notas musicales, la lectura se torna monótona y aburrida, pero si lo hace con variedad y guardando una armonía, se vuelve entretenida e interesante.
Los signos de puntuación sirven para este propósito: 1) Especificar un valor. 2) Dar sentido a las diferentes partes de la oración. 3) Y ayudar a entonar adecuadamente con la voz el contenido, imprimiendo a cada idea el sentimiento que armonice mejor con la intención de su autor.
Este último aspecto es tenido a menos por la mayoría de lectores. Los signos de puntuación no fueron diseñados como guías de entonación, pero también sirven a dicho propósito. Porque si uno siempre entona los puntos y las comas con las mismas notas musicales, la lectura se torna monótona y aburrida, pero si lo hace con variedad y guardando una armonía, se vuelve entretenida e interesante.
PUNTOS SUSPENSIVOS
SIGNOS DE INTERROGACIÓN
SIGNOS DE ADMIRACIÓN
COMILLAS
GUION
RAYA
PARÉNTESIS
CORCHETES
- Indica que terminaste una idea de sentido completo. Si terminaste la idea, pero sigues escribiendo en el mismo párrafo, se llama Punto Seguido. Pero si no añades más, se llama Punto Aparte. (Al final del conjunto de párrafos que componen un escrito, título o subtítulo, se denomina Punto Final): “Luisa duerme. Está agotada. Corren las horas. Me gustaría ver su cara cuando despierte y se entere de todo. Será una sorpresa. A ciencia cierta, no sabemos cómo reaccionará.“
- Va punto después de las abreviaturas, como Sr. (señor) Sra. (señora) Srta. (señorita) Dr. (doctor) Atte. (atentamente)
- Si insertas una cita 'entre comitas' en una oración que ya estaba "entre comillas", ten en cuenta lo siguiente:
- Si la oración comenzó con comillas, la termino con comillas. El punto lo escribo después de las últimas comillas de la oración principal ("Y dijo: 'Era una noche fría' ".).
- Si la oración principal no comenzó con comillas, pero contiene una o más citas ente comillas, el punto va al final de todo. (Y dijo: "Era una noche fría".)
▲ PUNTO Y COMA ( ; )
El “punto y coma” se diferencia del “punto” en que si bien es cierto que el “punto” va al final de una oración completa, el “punto y coma” indica una pausa intermedia en la oración. En español, no se considera el punto y coma como el final de la oración, sino solo como una coma más pronunciada, y se recomienda cuando las dos o más oraciones que componen la oración están completas, aunque sean secciones relacionadas de una oración un poco larga.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos; Carlos fue en la camioneta con sus hijos; Anita todavía no ha llegado, pero llegará más tarde. En el verano nos reunimos por lo común en casa de Alberto, que tiene suficiente espacio para toda la familia; pero esta vez hemos pensado darle una sorpresa a Julito, que siempre nos ofrece su casa.” Son oraciones completas, pero claramente relacionadas entre sí.
Pero no usarías “punto y coma” si cambias a una idea diferente. Si la idea que sigue es de algún modo distinta, va “punto”.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos. Son sus hijos; él debería ir con ellos. El camino será largo, y hay muchas curvas, subidas y bajadas.” No todos los elementos están relacionados, deben separarse por un punto seguido.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos.
“Luis fue en el automóvil con Luisa, y los chicos siguen jugando en el jardín.
El “punto y coma” se diferencia del “punto” en que si bien es cierto que el “punto” va al final de una oración completa, el “punto y coma” indica una pausa intermedia en la oración. En español, no se considera el punto y coma como el final de la oración, sino solo como una coma más pronunciada, y se recomienda cuando las dos o más oraciones que componen la oración están completas, aunque sean secciones relacionadas de una oración un poco larga.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos; Carlos fue en la camioneta con sus hijos; Anita todavía no ha llegado, pero llegará más tarde. En el verano nos reunimos por lo común en casa de Alberto, que tiene suficiente espacio para toda la familia; pero esta vez hemos pensado darle una sorpresa a Julito, que siempre nos ofrece su casa.” Son oraciones completas, pero claramente relacionadas entre sí.
Pero no usarías “punto y coma” si cambias a una idea diferente. Si la idea que sigue es de algún modo distinta, va “punto”.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos. Son sus hijos; él debería ir con ellos. El camino será largo, y hay muchas curvas, subidas y bajadas.” No todos los elementos están relacionados, deben separarse por un punto seguido.
“Luis fue en el automóvil con Luisa y los chicos.
“Luis fue en el automóvil con Luisa, y los chicos siguen jugando en el jardín.
▲ COMA ( , )
Sin duda, la coma es el signo que tiene la mayor cantidad de variables y el que más estudio y práctica demanda. Por ejemplo, se usa para:
Sin duda, la coma es el signo que tiene la mayor cantidad de variables y el que más estudio y práctica demanda. Por ejemplo, se usa para:
- Separar los elementos de una serie cuando no hay una conjunción.
“Tomaron café, manzanilla y galletas” por “tomaron café y manzanilla y galletas”. - Meter a alguien en medio de la oración.
“Te digo, Luis, que Luisa está equivocada” en vez de “Te digo que Luisa está equivocada”. - Insertar una aclaración pertinente en medio de lo que se está diciendo (aunque también se ueden usar guiones). Veamos dos ejemplos.
- “Me sacaron dos muelas”, dijo con voz entrecortada, y se retiró a descansar.
Nota que en este caso, la sección “Me sacaron dos muelas” es lo que dijo textualmente el protagonista de la oración. Su expresión terminó. Lo que sigue es el comentario del redactor: , dijo con voz entrecortada, y se retiró a descansar. Por eso, necesita una coma después de muelas, porque lo que sigue no son palabras del protagonista. Cambia el sentido y la entonación de la oración. - “Me sacaron dos muelas -dijo con voz entrecortada- y me fui a descansar”.
En este caso, la sección “Me sacaron dos muelas" no cierra con comillas porque solo es parte de lo que está diciendo el protagonista. No ha terminado de hablar.
En realidad, esta oración normalmente se escribiría así: “Me sacaron dos muelas y me fui a descansar”, pero el redactor especifica brevemente cómo se siente: -dijo con la voz entrecortada-.
-
- Después de un grupo de palabras que tienen sentido y cuando se inserta un adverbio (una palabra o frase que especifica la acción):
- Por último, quiero decir que…
- Efectivamente, es lo que había pedido.
- Y por supuesto, fue una gran sorpresa para nosotros.
- Su esposo, como era de esperar, no estaba enterado de nada en absoluto.
- Tienes que hacerlo todo o, por lo menos, lo más importante.
- De momento, hemos decidido que pospondremos el acuerdo.
- Para invertir el orden natural de una oración (sujeto y predicado) colocando en primer lugar la parte que naturalmente iría en segundo lugar. Por ejemplo:
No daré mi brazo a torcer aunque insistas.
Aunque insistas, no daré mi brazo a torcer.
Nos retiraremos si no llegas a tiempo.
Si no llegas a tiempo, nos retiraremos.
Se vistió y se fue corriendo sin avisarle a nadie.
Sin avisarle a nadie, se vistió y se fue corriendo.
Ingresó y se puso a vociferar sin tener en cuenta a sus invitados.
Sin tener en cuenta a sus invitados, ingresó y se puso a vociferar. - Para reemplazar un verbo o evitar la mención de una acción efectuada inmediatamente antes.
Luis enseña en una escuela y Luisa enseña en una universidad.
Luis enseña en una escuela y Luisa, en una universidad.
Luis enseña en una escuela, Luisa, en una universidad.
Mi esposa tiene fobias y yo tengo alergias.
Mi esposa tiene fobias y yo, alergias.
Mi esposa tiene fobias, yo, alergias.
Ellas tienen las sorpresas y nosotros tenemos la música.
Ellas tienen las sorpresas y nosotros, la música.
Ellas tienen las sorpresas, nosotros, la música. - Para explicar algo sobre el elemento anterior antes de continuar la oración. Nota cómo la presencia o ausencia de la coma afecta el sentido de la oración.
Ejemplo: Los niños corrían por los pasillos.- Los niños, que estaban alborotados, corrían por los pasillos.
(Esta manera de verter la oración indica que TODOS los niños corrían por los pasillos, y que TODOS estaban alborotados. Con comas se da a entender por qué todos los niños estaban corriendo). - Los niños que estaban alborotados corrían por los pasillos.
(Nota que al verter la oración sin comas se indica por qué solamente ciertos niños, NO TODOS, sino solo los que estaban alborotados, estaban corriendo).
Otro ejemplo: Mi hermano lo despidió con las manos vacías.- Mi hermano, que no tenía dinero, lo despidió con las manos vacías.
(Esta manera de verter la oración indica que mi hermano lo despidió con las manos vacías porque no tenía dinero. Con comas se indica que mi hermano no tenía dinero). - Mi hermano que no tenía dinero lo despidió con las manos vacías.
(Nota que al verter la oración sin comas se indica que uno de mis hermanos, uno específicamente, no tenía dinero, a diferencia de los otros, que seguramente sí tenían).
- Los niños, que estaban alborotados, corrían por los pasillos.
- Generalmente, va coma antes de las siguientes palabras:
- Aunque y conque
Ej. Le gusta bailar, aunque hoy prefiere descansar. - Pero, sin embargo, no obstante
Ej. Lo tiene todo, pero siempre quiere más.
Con respecto de "pero", usualmente se antepone una coma cuando se lo usa para contraponer un concepto (Me gusta el rojo, pero no en un pantalón). Cuando se usa "pero" en vez de "y" para completar una idea, no para contraponer nada, no anteponemos una coma (Al igual que el viento sopla pero no lo vemos, el amor nos conmueve pero no podemos tocarlo).
Algo similar podemos decir de "aunque". En el primer caso, "Le gusta bailar, aunque hoy prefiere descansar", y en el segundo, "Le gusta bailar aunque se canse". - Salvo, excepto, menos
Ej. Sabe todo, salvo cocinar. - Para terminar parcialmente una idea que irá seguida de "y", separando dos ideas completamente diferentes. Equivalente de "pero")
- Ej. Luis y Pedro dicen ser abstemios, y todos nos enteramos cuando se escapan para ir a beber.
- No llevaría “coma” antes de “y” si los elementos encajaran naturalmente en la misma oración. Ej. Luis y Pedro son abstemios y muy amigos.
Lleva coma antes y después cuando la oración que sigue es una inserción. Veamos ejemplos de cómo sería con una oración normal, y luego con las comas.
Luis ha terminado el examen y Luisa estuvo esperándolo.
Luis ha terminado el examen, y es mejor que así haya sido.
Luis ha terminado el examen, y, a menos que nos equivoquemos, es mejor que así haya sido.
(”A menos que nos equivoquemos” es una inserción que debe ir entre comas porque de alguna manera interrumpe la idea.) - Como, de manera semejante, de igual manera
Ej. Luisa siempre repite lo que hace su padre, como Luis.
No necesitaría comas si se construye así:
Luisa siempre repite como Luis lo que hace su padre.
No ha interrumpido la idea. Fluyó armoniosamente. - Así que
Estás advertido, así que no te metas en más problemas. - De manera que
Todo está listo, de manera que puedes venir en cualquier momento.
- Aunque y conque
- Para evitar una confusión
Me gusta ir al campo y a la playa no.
Me gusta ir al campo, y a la playa no.
Sin coma, podría entenderse como “Me gusta ir al campo y a la playa, ¿no?”.
Ella va de compras y al cine la acompaña Pedro.
Ella va de compras, y al cine la acompaña Pedro.
Cuando Luisa comía un animal muerto en el camino le dio asco.
Cuando Luisa comía, un animal muerto en el camino le dio asco.
Advertencias- No separes con coma el sujeto y predicado si la idea fluye completa.
El hombre salió corriendo de la sala de maternidad. (No necesita coma)
El hombre salió corriendo, de la sala de maternidad. (Incorrecto)
El hombre salió corriendo, pálido, de la sala de maternidad. (Correcto)
Luis comenzó a reír sin parar. (No necesita coma)
Luis comenzó, a reír sin parar. (Incorrecto)
Luis, sin respeto alguno, comenzó a reír sin parar. (Correcto)
Los amigos se hablan sin temor. (No necesita coma)
Los amigos se hablan, sin temor. (Incorrecto)
Los amigos, cuando confían entre sí, se hablan sin temor. (Correcto)
¿Por qué algunos interrumpen innecesariamente con una coma entre el sujeto y el predicado al escribir? Porque al hablar suelen hacer una pausa dramática o de expectativa (para destacar lo que sigue), o de énfasis (para destacar lo que acaban de decir) y suponen que al escribirlo también deben insertar una coma como señal de entonación para insertar una pausa, atiborrando el documento con comas. En tal caso, deberían usar puntos suspensivos, no comas. Veamos unos ejemplos absurdos de comas insertadas incorrectamente en vez de puntos suspensivos. necesariamente.
En estos casos, es incorrecto insertar una coma para indicar pausa:
“Los amigos se hablan, sin temor.”
”El hombre salió corriendo, de la sala de maternidad.”
”Luis comenzó a reír, sin parar.”
Pero sí puede escribirse una pausa con puntos suspensivos
“Los amigos se hablan... sin temor.”
”El hombre salió corriendo... de la sala de maternidad.”
”Luis comenzó a reír... sin parar.”
Al hablar pudieran ser apropiadas algunas pausas de expectativa o énfasis, que si se quisieran indicar en la escritura deberían usarse puntos suspensivos. Pero en la escritura no sería inteligente interrumpir la fluidez de una frase, a menos que uno estuviera escribiendo un guion cinematográfico o relatando detalladamente una escena. - Los horarios se relacionan con el sistema sexagesimal y por tanto se escriben con puntos, no con comas (10.30 p.m., a la 23.00 horas, son las 9.00 a.m.).
- No separes con coma el sujeto y predicado si la idea fluye completa.
- Para ayudar a la pausa en la lectura en voz alta cuando la idea es exageradamente larga. Sin embargo, es opcional.
"El flamante avión de la compañía comenzó a disminuir poco a poco la velocidad y a descender suavemente a medida que se aproximaba al aeropuerto de la isla, luego de un hermoso viaje que nos había tomado aproximadamente una hora y 45 minutos."
En realidad, pudo escribirse:"El flamante avión de la compañía comenzó a disminuir suavemente a medida que se aproximaba al aeropuerto de la isla luego de un hermoso viaje que nos había tomado aproximadamente una hora y 45 minutos".
- ¿Oíste hablar de la coma criminal? Algunos denominan coma criminal a la que se pone sin que la oración la necesite (a mí se me escapan de vez en cuando, pero luego de leerla nuevamente, si me percato del error, y lo corrijo), usualmente me ocurre en una oración corregida que contenía otras palabras pero olvidé quitarle la coma, dando la impresión de haber sido una coma criminal). En estos ejemplos, la segunda oración sería la correcta:
- "¿Por qué emigran los asiáticos a zonas de Europa y Norteamérica, que parecen ser más adelantadas?"
"¿Por qué emigran los asiáticos a zonas de Europa y Norteamérica que parecen ser más adelantadas?"
"Estoy, muy molesto por lo sucedido (o Estoy muy molesto, por lo sucedido)."
"Estoy muy molesto por lo sucedido."
"Hace tres días que llegaron a la isla, los abuelos maternos de Alberto."
"Hace tres días que llegaron a la isla los abuelos maternos de Alberto."
- Antes de enumerar cosas. “El contenido es: Dinero, alhajas, un par de zapatos y dos vestidos…”.
- Aunque no necesariamente, después de “Por ejemplo:”.
- Después de “Le dijo: 'Ese no es mi problema'”.
- En una carta, después del encabezamiento “Estimado señor:”, “Querida hija:”
- En un documento oficial, después del encabezamiento “Esto digo:”, “Por lo tanto:”, “Se dispone:”, “Certifica que:”. (Solo es recomendado usar dos puntos después de “que” en este caso. En todo otro escrito no se recomienda).
- Cuando se citarán textualmente las palabras de otra persona. Como dijeron Peters y Waterman: “El hombre es el símbolo máximo del conflicto y la paradoja”.
Aunque no es del todo inaceptable, no se sugiere usar dos puntos para romper la fluidez del sujeto y predicado si no es con un propósito de énfasis, como en “El plan consiste en: Preparar a los hombres, darles los instrumentos y supervisarlos.”
Otra forma es en párrafos diferentes:
El plan consiste en:
- Preparar a los hombres,
- Darles los instrumentos y
- Supervisarlos
▲ PUNTOS SUSPENSIVOS ( … )
En todos los casos, los puntos suspensivos indican una pausa de expectativa (antes de la idea) o énfasis (después de la idea) y se grafican con 3 puntos. Suelen usarse en los siguientes casos:
En todos los casos, los puntos suspensivos indican una pausa de expectativa (antes de la idea) o énfasis (después de la idea) y se grafican con 3 puntos. Suelen usarse en los siguientes casos:
- Para indicar duda, tensión, miedo. ”Es que… no estoy tan seguro.”
- Para indicar un silencio y dejar sobreentendido lo que sigue. “¿Y?…”
- Para sustituir a etcétera. “Camas, sillas, mesas, lámparas…”
- Entre corchetes, para indicar que se omite una parte de una cita textual y solo se incluye lo que interesa. “Dijo que la herencia sería para sus hijos […] y sus nietos”.
▲ SIGNOS DE INTERROGACIÓN ( ¿? )
Algunos casos en los que se usan signos de interrogación son al preguntar y en los siguientes:
Algunos casos en los que se usan signos de interrogación son al preguntar y en los siguientes:
- Pueden usarse con palabras sueltas que tienen un significado claro para el receptor. “¿Cómo?”, “¿Quién?”, “¿Por qué?”, “¿Pablo?”, “¿Uno?”.
- Antes y después de escribir una pregunta que exige una respuesta. ¿…?
- Para indicar sorpresa. “¿?”, “?”, (?), “????”.
No se usan cuando simplemente se está reflexionando. “No sé quién será”, “De dónde vendrá a estas horas”.
Queda a discreción iniciar o no con mayúscula después de un signo de interrogación o admiración cuando no es el comienzo del texto.
- “¡Qué bueno!”, “¡Date prisa!”
- Para expresar sorpresa o ironía (!)
- Pueden combinarse con los signos de interrogación. “¡Crees que soy una tonta?”, “¡Estás loca?”.
- Para énfasis pueden usarse hasta tres. “¡¡¡Es un disparate!!!”, pero solo en textos literarios, no en informes y escritos serios.
▲ COMILLAS ( “ ” )
Llamamos comillas a dos comitas juntas ( " ). Se sugiere resaltar las palabras "entre comillas" en los siguientes casos:
Llamamos comillas a dos comitas juntas ( " ). Se sugiere resaltar las palabras "entre comillas" en los siguientes casos:
- Para indicar que se están transcribiendo exactamente las palabras de alguien (Pedro dijo que "nadie en su sano juicio haría eso").
- Cuando hay una cita entre 'comitas' dentro de otra oración que está entre "comillas":
- Se acostumbra colocar comillas de apertura y cierre, es decir, al inicio y al final de una oración cuando transcribimos las palabras de alguien, pero añadiremos 'comitas' al inicio y al final de una cita si la insertamos dentro de dicha oración ( ' ).
- Si dentro de la oración que va entre "comillas" insertamos una cita entre 'comitas', que incluye además otra cita, una de segundo nivel, usaremos nuevas "comillas" al inicio y final de la cita de segundo nivel a fin de diferenciarla de la anterior. Así: " ' " ' ' " ' "
Ejemplo: "Oración principal: 'Abre cita de primer nivel: "Abre cita de segundo nivel: 'Abre cita de tercer nivel, y cierra cita de tercer nivel'. Cierra cita de segundo nivel", cierra cita de primer nivel' y cierra la oración principal". - Si en el caso anterior el final de todas las citas coincidieran cerrando al final de la oración principal, todas las comillas de cierre se escribirán juntas, pero en el orden que les corresponde. ("Oración principal 'Cita de primer nivel "Cita de segundo nivel" ' ".) Aunque es raro encontrar estos casos en diarios y revistas, en la Biblia hay muchos ejemplos.
- Para dar énfasis o indicar una diferencia marcada del resto del texto. Siempre le decía "papirrico". Llegó a la ciudad "El galán de Oro".
- Para escribir el título de una obra. "La Odisea".
- Para unir o separar. “Un curso teórico-práctico”; “El sabía -aunque con cierto disimulo- que el Sr. Pedernal se presentaría en la reunión”.
- Para cortar las palabras al final de un renglón. “Pe-dro.”
- Para fechar. “En el mes judío que cae en agosto-setiembre”.
- No se usa después de ex. Lo correcto es escribir “su ex marido”, “ex Presidente”.
- Hay que pensarlo muy bien al componer dos apellidos si se vivirá en Alemania. En alemán, el nombre compuesto "María López-Derick" siempre se leerá y entenderá como "María López menos Derick".
▲ RAYA ( - )
Aunque también se usa antes y después de insertar una acotación, un uso básico es indicar quién está hablando en un diálogo.
Aunque también se usa antes y después de insertar una acotación, un uso básico es indicar quién está hablando en un diálogo.
- Luis vio pasar a una joven, muy parecida a su sobrina.
- -¡Hola!- dijo Luis.
-¡Hola!- respondió ella.
-¿Te acuerdas de mí?
-Bueno… te pareces a mi tío Luis.
-¡Soy tu tío! -respondió Luis, emocionado.
▲ PARÉNTESIS ( )
El paréntesis es un dato que puede insertarse en una oración, interrumpiéndola, sin alterarla. El signo ortográfico que la encierra lleva el mismo nombre. “En Bangkok (Tailandia) pronto se impartirá el curso de…”
Advertencia
- En la lectura en voz alta debe omitirse el contenido entre paréntesis cuando se trata de un dato para investigación opcional y no para aclarar el sentido o entendimiento de la lectura misma. Si tiene dudas, es su responsabilidad consultar con el organizador para saber si deberá leerlo. El criterio del lector debe aceptarse como muy importante.
- Siendo que todo paréntesis interrumpe la fluidez de la idea, el lector público debe considerarlo como señal de entonación y modificar el tono al leer en voz alta su contenido para que no le quepa duda al oyente de que está pasando por una insersión. Si no modifica el tono durante su lectura, podría confundir al oyente.
El paréntesis es un dato que puede insertarse en una oración, interrumpiéndola, sin alterarla. El signo ortográfico que la encierra lleva el mismo nombre. “En Bangkok (Tailandia) pronto se impartirá el curso de…”
Advertencia
- En la lectura en voz alta debe omitirse el contenido entre paréntesis cuando se trata de un dato para investigación opcional y no para aclarar el sentido o entendimiento de la lectura misma. Si tiene dudas, es su responsabilidad consultar con el organizador para saber si deberá leerlo. El criterio del lector debe aceptarse como muy importante.
- Siendo que todo paréntesis interrumpe la fluidez de la idea, el lector público debe considerarlo como señal de entonación y modificar el tono al leer en voz alta su contenido para que no le quepa duda al oyente de que está pasando por una insersión. Si no modifica el tono durante su lectura, podría confundir al oyente.
- Para insertar un dato entre paréntesis dentro de una oración o frase que ya está entre paréntesis. “En Colombia (Bogotá [en el centro de la ciudad]) …”
- Para insertar una palabra o frase que no es parte de una cita original mencionada en la oración. Por ejemplo, si la cita original es “La educación de los niños no fomenta esas actividades“, se podría escribir: “El secretario dijo que ‘la educación de los niños [desde los niveles de preescolar] no fomenta esas actividades’ “.
- Para indicar que se omite una parte de una cita textual, y solo se está incluyendo lo que interesa. Por ejemplo, si la cita original fue “Dijo que la herencia sería para sus hijos, hermanos, sobrinos y nietos”, podría escribirse: “Dijo que la herencia sería para sus hijos […] y nietos”, para aclarar que no se está diciendo: “Dijo que la herencia sería para sus hijos y nietos”, excluyendo a los otros.
- Para insertar un dato que aclare el entendimiento del texto. “Su hermano [no el que lo ayudó, sino el que lo hundió] le dijo que siguiera esperando”.
Como se dijo antes, los signos de puntuación no son guías de entonación. Son signos para ordenar el pensamiento y facilitar el entendimiento de una pieza de información. PERO LE SON MUY ÚTILES a un lector público experimentado como guías de entonación a fin de dar a cada frase la tonalidad que demanda.
Puede hacer apuntes al margen de la página con un lápiz, pero ahorra mucho trabajo valiéndose de los signos de puntuación como guía primaria.
Un lector capacitado no entonaría todos los puntos y comas de un párrafo con las mismas notas musicales, ni leería todos los párrafos con la misma tonadita, porque sabe que eso sonaría monótono y aburrido. Veamos un ejemplo. Lee el siguiente párrafo entonando las frases según el grado de entonación que se sugiere con los números del 1 al 5 (para el tono más grave 1, para el más agudo 5):
"(3) Anita, (5) una niña (4) ecuatoriana de (2) cinco años a quien le gustan los (4) caballos, (2)tenía la ilusión de comprarse (4)uno de juguete que costaba (2) 75 dólares. (3) Sus padres le daban de vez en (4) cuando dinero para que lo metiera en una (3) alcancía, para que (4) aprendiera a (2)ahorrar. (3) Al poco tiempo (4) ya había ahorrado (5) más que (3) suficiente para (2) comprarse el caballito.(1)"
"(3) Anita, (3) una niña (3) ecuatoriana de (3) cinco años a quien le gustan los (1) caballos, (3)tenía la ilusión de comprarse (3)uno de juguete que costaba (1) 75 dólares. (3) Sus padres le daban de vez en (3) cuando dinero para que lo metiera en una (3) alcancía, para que (3) aprendiera a (1)ahorrar. (3) Al poco tiempo (3) ya había ahorrado (3) más que (3) suficiente para (3) comprarse el caballito.(1)"
Desde un punto de vista musical, sería un desastre, un ejemplo de monotonía y falta de gusto al entonar las palabras y oraciones, un síndrome de apatía, lo opuesto a la variedad. Porque cuanto más variado el tono, más llevadera la audición; y cuanto más monótono, más insoportable.
Para que tu lectura suene agradable, no solo consideres los signos de puntuación como una obligación gramatical u ortográfica, sino además como guías de entonación y modulación. No permitas que el estricto cumplimiento de la regla ortográfica convierta tu lectura en una canción monótona que destruya el propósito de los mismísimos signos que procuras respetar.
Hay escritores y poetas que alcanzaron la fama con sus libros de novelas y poemas, pero resultaron ser un fracaso como lectores y oradores públicos por no tener en cuenta que los signos de puntuación no solo están para respetarse, sino para usarse como guías de entonación y modulación. Opuestamente, hay declamadores que interpretan maravillosamente las poesías, a pesar de que no tienen conocimientos de gramática ni ortografía... porque leen con un corazón rebosante de placer y satisfacción.
▲ 7. Estudia el idioma
Estudia el idioma que usas para redactar, porque es una cuestión de contenido y forma, de qué decir y cómo decirlo, lo cual implica cultivar gusto por el idioma y poner en práctica las reglas que aprendes. El arte de escribir es un proceso de desarrollo continuo.
Cultiva el gusto por la lectura, y selecciona siempre material de lectura de comprobada calidad en cuanto a contenido y forma. Nada puede ayudarte más que prestar atención a documentos bien redactados.
Presta mucha atención cuando escuches a un lector público que pone una entonación apropiada al documento, y procura emular su bien ejemplo. Evita imitar a locutores y lectores que hacen del grito su medio de vida. Muchos de ellos suelen usar tonos invariables, siempre iguales y monótonos, suben y bajan mecánicamente con unas cuantas notas musicales sin tener en cuenta el sentimiento de las palabras ni que las escalas musicales son tan variadas como las flores de un hermoso jardín.
▲ 8. Advertencias generales
Al redactar tus propios artículos, procura evitar las expresiones complicadas. Usa palabras simples, concretas, que comuniquen algo que se pueda entender con facilidad y rapidez.
De nada te sirve decir: “En su génesis, el lenguaje se cimenta en la conjunción del contenido semántico y de un significante, pues nadie puede imponer, de hecho ni derecho, que un perro no reciba un nombre”.
La mayoría de tus lectores necesitarían un siglo para discernir lo que quisiste decir, aunque usen un diccionario, y peor si el mensaje fue hablado, porque los dejarás sin opción de analizarlo posteriormente. Exclamarán: "¡¡Qué bien habla!!", pero no te habrán entendido nada.
Siempre prepara un borrador antes del escrito definitivo. Un borrador te permitirá cambiar la redacción cuantas veces sea necesario.
▲ 9. Escucha la voz de la experiencia
Cuando aprendí a usar la computadora, descubrí que el programa Word de Microsoft era un recurso extraordinario para corregir mis escritos. Dije adiós al gasto en papel y a las demoras de la escritura a máquina. ¡Ahora podría hacer y rehacer un escrito cuantas veces quisiera y aplicar las correcciones más caprichosas en segundos! Y cuando inicié mi actividad en la Internet, descubrí que la página web era otro recurso fantástico que me permitiría escribir textos que podría publicar cuando quisiera, y mejor aún, actualizándolos y republicándolos cuando quisiera.
Fue tal mi emoción de querer compartir lo antes posible mis conocimientos y experiencias que comencé la redacción de los artículos principales. Pero ¿cuánto me tomaría terminar con el material si preparaba los borradores y los corregía hasta la satisfacción antes de publicarlos? ¡Un siglo!”.
De modo que decidí algo interesante: Publicar los borradores a medida que los redactaba sin preocuparme demasiado por la perfección. ¡Y se acabó! “¡Manos a la obra!”, me dije. No es necesario esperar mucho para ponerlos al alcance de quienes los apreciarían. La ayuda tiene que brindarse ya mismo. Las correcciones ortográficas y gramaticales vendrían poco a poco con el tiempo.
He leído muchos libros, diarios y revistas y no he requerido el mínimo esfuerzo para encontrar errores garrafales de ortografía. Pero ¿es eso tan importante? ¿Debe uno concentrarse en los defectos de un escritor y no en la eficacia de sus ideas? En algunos casos sí, en otros, no vale la pena.
Por ejemplo, los abogados deben redactar las leyes escrupulosamente a fin de no crear vacíos legales innecesarios que pudieran costarle la vida a las personas o dejarlas perdidas y sin aliento en medio de juicios interminables, arriesgando todo su patrimonio.
La Biblia es a nuestro modo de ver el mejor texto de consulta si se quieren examinar y estudiar oraciones cortas y largas, puesto que es un libro que a través de los siglos ha sido materia de muchísimo escrutinio y depuración
Es lamentable que algunos traductores del pasado se sintieran divinamente apoderados para manipularla irresponsablemente y no tuvieran cuidado escrupuloso al pulir su ortografía y la gramática, dando lugar, en algunos casos, a interpretaciones contradictorias que evidentemente no solo no armonizaron con el contexto ni la gramática, sino que sirvieron para plantar las semillas de doctrinas y sectarismos despiadados que con el tiempo ensancharon el abismo entre la duda y el entendimiento.
A fin de cuentas, la persona que realmente saca provecho a un escrito es quien se beneficia por leer con entendimiento, no el que malinterpreta las cosas. Porque al aplicar la información recibirá en sí misma los beneficios o perjuicios de su enfoque. ¡Cuánto más si lee en público! Sus oyentes serán los beneficiados o perjudicados.
De modo que, escucha la voz de la experiencia, aleja de ti el temor de escribir mal y comienza a redactar tus temas cuanto antes. Deja que el arte resulte del proceso. ¡Sé feliz compartiendo tus temas! Pero asume personalmente ante el espejo el compromiso de hacerlo cada vez mejor. Para que puedan entenderte cada vez mejor y más rápido y puedas motivar más a menudo a quienes te lean y escuchen. Recuerda que la oratoria es parte de la lingüística. ¡Debes hablar y escribir razonablemente bien!
Y al igual como sucede con tu oratoria, ya no sentirás temor de redactar tus discursos. Porque podrás armar armoniosamente tus palabras, frases y párrafos ordenadamente. Tus ideas fluirán en tu interior como música en tu corazón.